La perseverancia, como estamos viendo en el caso de Rafael Paz y su candidatura a diputado por el Distrito Nacional, no siempre rinde los frutos esperados, y en el caso que nos ocupa es fácil adivinar porqué. La Junta Central Electoral (JCE) acaba de otorgar a la Fuerza del Pueblo un plazo hasta el día de hoy a las 7:00 de la noche para que deposite por ante la Secretaría General de ese órgano las candidaturas a diputados de la circunscripción uno en atención a lo que disponen tres sentencias del Tribunal Superior Electoral (TSE), con lo cual rechazó la solicitud de inscripción de las candidaturas de Rafael Paz, Selinée Méndez y Margarita Feliciano depositadas la pasada semana por el delegado político de la Fuerza del Pueblo Manuel Crespo.
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En su comunicado a esa organización política la JCE sostiene, para justificar su decisión, que como máximo órgano de la administración electoral, “está en la obligación de cumplir lo dispuesto por el ordenamiento jurídico vigente y las sentencias de los tribunales”. Que fue lo que se negaron a entender Rafael Paz y la dirección de su partido con el expresidente Leonel Fernández Reyna a la cabeza, quien declaró que la sentencia del TSE que ordenó excluirlo de la boleta debe considerarse nula porque rompe con el debido proceso, ya que los afectados no pudieron ejercer su derecho a la defensa y ser escuchados.
El propio Rafael Paz llegó a definir esa decisión como un “plan macabro” para afectar su candidatura y el posicionamiento de la Fuerza del Pueblo en el Distrito Nacional, asegurando que “bajo cualquier circunstancia podrán votar por nosotros y lograremos una victoria contundente” el próximo 19 de mayo.
No sé si luego de la decisión de la JCE que lo sacó de la boleta electoral seguirá pensando de la misma manera y con el mismo optimismo, pero al menos ya sabe, por experiencia propia, que nadie está por encima de la ley, aunque vale reconocer que nuestros políticos se han empleado a fondo para tratar de demostrarnos lo contrario.