Los altos indicadores de pobreza multidimensional que se registran en algunas provincias de la región Este, donde está el enclave turístico más importante del país, meca de la generación de riquezas en ese sector, evidencian que se requiere de un mayor esfuerzo del Estado en esa zona, y en otras como la zona fronteriza, para reducir las desigualdades socioeconómicas.
Así lo considera Rosa Cañete, directora de Análisis de Pobreza, Desigualdad y Cultura Democrática, del Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo, quien señala que aunque en otras zonas turísticas se registran también altos índices de pobreza, en el Este son mayores, principalmente en El Seibo, y en La Altagracia, donde está situado el mundialmente famoso polo turístico Punta Cana.
“El tema de las zonas turísticas, donde en algunas provincias se muestran altos indicadores de pobreza múltiple que se ve principalmente calidad de la vivienda, acceso al agua y otros servicios públicos que provee el Estado, es evidente que se necesita un esfuerzo mayor, empezando en la región Este.
“Desde el corredor Norte hasta la capital se observan menores índices de pobreza. Donde se rompe esa relación es hacia el Este, que es la región con mayor desarrollo turístico”.
Cañete planteó que esa realidad evidencia que se necesita un Estado más presente, porque a su entender no solo hay que producir mayor crecimiento económico, sino que también se requiere una acción estatal más fuerte, porque el crecimiento económico solo no garantiza una tubería de acceso a agua.
“En el Este la mayoría de los hoteles buscaron soluciones privadas a los problemas colectivos, pero se necesita la acción del Estado para llevar agua a los hogares, eso no lo va a hacer la empresa turística, por lo tanto es importante revalorizar el rol público”, afirmó la funcionaria.
La pobreza de esa zona del país quedó reflejada con los estragos provocados por el huracán Fiona, en septiembre pasado, ya que fueron demoledores los daños causados a viviendas en su mayoría inseguras.
Fiona no hizo más que desnudar, como han hecho otros huracanes, la fragilidad de los segmentos más pobres de la población.
Puede leer: Reducir la brecha de desigualdad en RD es prioridad de la sociedad
La olvidada frontera
En cuanto a las provincias situadas en la región Sur, y la zona fronteriza, dijo que son las que tiene los índices más altos de pobreza, y eso hace que la población emigre, que los barrios de la capital reciban más gente.
“Necesitamos, y hay un propósito muy fuerte de este Gobierno, de mejorar la planificación en términos territoriales. Desde el Ministerio de Economía tenemos la Dirección de Inversión Pública, la forma en que se están asignado los recursos para inversión pública se están tomando en cuenta las desigualdades territoriales”.
Explicó que se están priorizando territorios que tradicionalmente quedaban fuera de las grandes obras de infraestructura, porque cada vez están más excluidos y por eso sus residentes emigran a la capital, donde se concentran y priorizan más las políticas públicas.
Más recursos para mejorar servicios del sector público
Cañete está consciente de que se deben mejorar los servicios públicos, porque esa es una de las vías que permiten reducir la desigualdad económica.
Sin embargo señala que para lograrlo el Estado necesita más recursos económicos, lo cual se dificulta porque las recaudaciones que se generan en República Dominicana son de las más bajas de la región, un 14% del PIB.
“Poner en marcha el plan decenal de agua podría revertir esos indicadores, o una política de vivienda que realmente sea universal, o la expansión de la educación inicial, u otra serie de medidas como la política de cuidado.
“Como esos servicios no los provee el sector privado, necesitamos un Estado capaz de garantizar servicios de calidad y con los recursos necesarios para hacerlo, que actualmente son muy limitados”.
La importancia del censo
El diseño de las políticas públicas no se puede seguir haciendo con la data arrojada por el censo del 2010, que sustenta el mapa de la pobreza multidimensional vigente, por lo que resultarán de suma importancia los datos que arroje el X Censo Nacional de Población y Vivienda que se está llevando a cabo este mes, afirmó Cañete.
“Necesitamos el nuevo censo, el diseño de políticas públicas no se puede seguir haciendo con los datos del 2010, la sociedad ha cambiado profundamente, necesitamos que toda la sociedad lo apoye, porque es con esos resultados que podremos hacer nuevamente el mapa de la pobreza, el que tenemos ahora se hizo con el censo del 2010, y se publicó en 2014.
“El poder volver a tener la data del país, y poder reaprender sobre nuestra sociedad actual es esencial, imagínate el cambio que se ha dado con el tema del acceso a tecnologías, del 2010 al 2022 es una transformación absoluta, no podemos seguir diseñando políticas como que eso no ha ocurrido. Tenemos que volver a saber cuánta gente vive en cada lugar, movimientos migratorios, cuántos tienen acceso a agua, o mejoras en viviendas”, refirió.
En zona fronteriza y en la región Sur
Diferentes ámbitos
Rosa Cañete explicó que la pobreza monetaria se calcula con datos de la Encuesta de Fuerza de Trabajo, que prepara la Oficina Nacional de Estadística (ONE). “Este informe nos da una medida alternativa de medición de la desigualdad de ingresos”. La primera encuesta de ese tipo se realizó en abril del año 1991.
Pobreza y censo
El mapa de pobreza multidimensional amerita del censo para actualizarse, dijo Cañete al destacar que con ese esquema se mide la calidad de la vivienda, los servicios básicos que reciben los ciudadanos, el acceso a equipamientos básicos, y los datos educativos, fuerza de trabajo.