(Dedicado a los economistas)
“El producto de la tierra -todo lo que se obtiene de su superficie mediante la aplicación aunada del trabajo, de la maquinaria y del capital- se reparte entre tres clases de la comunidad, a saber: el propietario de la tierra, el dueño del capital necesario para su cultivo, y los trabajadores por cuya actividad se cultiva…La determinación de las leyes que rigen esta distribución es el problema primordial de la Economía Política.” (David Ricardo, 1817).
El producto anual se distribuye entre la renta de la tierra, la ganancia y el salario. Los economistas clásicos (Smith, Ricardo, Marx), usaron un método de análisis para captar la interconexión interna entre la distribución y el valor de las mercancías, consistente en distinguir dos partes del producto anual de la comunidad: la parte del Consumo Necesario para la reproducción, que incluye la subsistencia del trabajador y los medios de producción empleados, y la parte de que la sociedad puede disponer libremente, y que constituye el producto neto o Excedente social.
Su intención era explicar las circunstancias que determinan la magnitud del Excedente y su distribución entre las principales clases sociales que participan en la producción (capitalistas y trabajadores).
Elaboraron una teoría independiente de una de las dos principales variables distributivas, la teoría de la tasa de ganancia; tomaron como dados el producto y la técnica de producción dominante, y determinaron la otra variable distributiva, el salario, como un residuo. Al decir dados, me refiero a que era explicada por otra teoría diferente a la teoría del valor.
La cantidad producida lo era por la demanda efectual, o sea, la demanda en el mercado al precio normal o natural. El salario real era explicado por factores sociales, culturales y políticos, que determinaban el poder de negociación de los trabajadores frente a los capitalistas. Tanto el precio natural de los bienes como el salario natural, eran el resultado de la uniformidad a que llevaban las fuerzas persistentes de la competencia a los valores de mercado de esas variables, como un centro de gravedad.
Es fácil deducir al Producto Social el Consumo Necesario para obtener el Excedente, que es el otro componente no salarial de la distribución, o sea la Ganancia. La tasa de ganancia vendría a ser la relación por cociente entre el Excedente y el Consumo Necesario (capital avanzado). La tasa de ganancia tiende a convergir a un valor único por el mecanismo de la libre competencia entre capitales en las distintas ramas de actividad.
En la teoría del valor o del precio relativo de las mercancías, la determinación del precio es simultánea a la tasa de ganancia, dado el salario independientemente. Pero la relación entre ambas variables de la distribución es asimétrica; si sube el salario necesariamente baja la tasa de ganancia, y viceversa.
Luego Piero Sraffa (1960) demostró que la teoría del valor sigue siendo válida considerando a la tasa de ganancia como la variable dada, en vez del salario: “Es así susceptible de ser determinada desde fuera del sistema de producción, en especial, por el nivel de la tasa monetaria de interés”. No vamos a desarrollar este punto aquí, pero baste decir que es abrumadora la evidencia empírica sobre la regularidad de que una política monetaria restrictiva medida por un incremento de la tasa de interés produce un incremento en el nivel de precios, la llamada paradoja de Gibson.
En un trabajo reciente Deleidi y Levrero (2020), trabajando con datos mensuales de la economía estadounidense para el periodo 1959-2018, corroboran la hipótesis de histéresis que postula que la política monetaria produce efectos duraderos sobre el desempleo y los precios, y encontraron un canal de costo de la política monetaria que demuestra que un cambio en la política de tasa de interés del banco central puede tener efectos sobre la distribución del ingreso.
Ilustremos el caso, particularmente relevante para economías como la nuestra, del canal de transmisión del tipo de cambio. Si el Banco Central adopta una política de bajar la tasa de interés, el tipo de cambio se va a depreciar y por el “passtrough” aumenta la inflación. Esta relación de traspaso depreciación-inflación es muy fuerte en las economías emergentes, debido a que estructuralmente tienen un alto contenido de importaciones dentro del producto y una baja elasticidad precio de la demanda de importaciones.
Además, hay un efecto secundario de un mayor margen de beneficio de las empresas que producen transables (en pesos), lo cual va en detrimento de la participación de los salarios en el ingreso nacional (al menos que los salarios aumenten en igual proporción). Lo cual producirá una contracción de la actividad económica por la caída del consumo de los trabajadores. Y por la Ley de Okun, aumentará el desempleo y con ello debilitará el poder de negociación de los trabajadores.
Vemos, pues, en este ejemplo, un efecto directo de la política monetaria sobre la distribución, y un efecto indirecto. Volveremos sobre este tema.