Si se hace de una forma segura, matando las bacterias, el polvo de cáscara de huevo puede ser consumido en los alimentos
La cáscara de los huevos posee un alto nivel nutricional
Cuando pensamos en un huevo, nos vienen a la mente sus dos partes principales, la clara y la yema. Ahora parece que una tercera, que solemos despreciar, está ganando protagonismo en la nutrición. Evidentemente, es la cáscara, debido a que contiene un alto contenido en calcio que la convierte en un remedio natural contra la osteoporosis.
Aunque en apariencia es bastante dura, la cascara del huevo es una membrana semi permeable que está compuesta en un 95% por carbonato cálcico, y que además posee minerales y proteínas.
Su alto contenido de calcio contribuye a regular los niveles de potasio, magnesio y fósforo en la sangre, y es una buena alternativa para el tratamiento del lupus, el dolor de espalda, la artritis y la gota.
Este calcio también es considerado un remedio natural contra la osteoporosis. Investigaciones demuestran que la fluorina, el estroncio y el calcio actúan de forma positiva en el metabolismo óseo, mejorando la densidad ósea y reforzando los huesos.
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Beneficios de la cáscara del huevo
Implementar esta cáscara te puede dar grandes resultados, debido a la membrana interna que contiene, con grandes cantidades de agua, calcio y otros minerales que son indispensables para el buen funcionamiento del organismo. Dentro de los beneficios que ofrece, podemos mencionar los siguientes:
1. Suplemento de calcio
La cáscara de huevo cuenta con un 40% de calcio?, algunas investigaciones sugieren que su absorción es mejor que la de algunos suplementos de carbonato de calcio purificado.
2. Rica en nutrientes
Además del calcio, esta cáscara también contiene otros minerales en pequeñas cantidades, como estroncio, flúor, magnesio y selenio, que contribuyen a la salud de los huesos.
3. Reduce el riesgo de osteoporosis
Consumir las cáscaras de huevos en conjunto con la vitamina D3 y magnesio puede fortalecer los huesos para mejorar la densidad mineral ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.
4. Favorece las articulaciones
La membrana que contiene se compone de proteínas en forma de colágeno, y también de condroitín sulfato, glucosamina y otros nutrientes que favorecen a las articulaciones.
5. Ayuda en la curación de heridas
Debido a su composición, la membrana de la cáscara de huevo puede ayudar a la curación de heridas y cortes en la piel más rápido del tiempo que realmente se tomaría en sanar.
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¿Cómo se puede consumir la cáscara del huevo?
Si se hace de una forma segura, matando las bacterias, el polvo de cáscara de huevo puede ser consumido en los alimentos, pues alrededor de 2.5 gramos son la cantidad necesaria de calcio que una persona necesita.
1. Lava la cáscara
Ya que usaste tus huevos reserva la cáscara en un tazón grande y agrega ahí un poco de agua con unas gotitas de detergente líquido para trastes y los siguientes ingredientes por cada 3 huevos: 3 cucharadas de bicarbonato de sodio, 1/2 taza de vinagre blanco y 1/2 limón.
2. Enjuaga
Con tus manos enjuaga bien la cáscara de huevo, tratando de retirar toda la clara que quede adherida, de esta forma comenzaremos a quitarle las bacterias. Talla por unos minutos y enjuaga, retira el líquido con agua fría hasta tener las cáscaras limpias, pásalas a un colador. Déjalas escurrir.
3. Hornea o hierve
Coloca una charola con papel aluminio y encima dispón todas las cáscaras de huevo, cuidando de separarlas, pues algunas se meten dentro de las otras. Distribúyelas bien a lo largo de la charola y mételas al horno, a unos 180 grados Centígrados hasta que la cáscara se haya «tostado», es decir que cambia a un tono algo más café.
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Con este proceso te asegurarás de dos cosas, una de secar por completo la cáscara de huevo y también te cerciorarás de matar todas las bacterias que pueda contener la cáscara de huevo.
Si no quieres usar el horno o no tienes uno, no te preocupes, sólo pasa las cáscaras a una olla con agua suficiente para cubrirlas y déjalas ahí hasta que el líquido hierva, retira y escurre, espera a que se sequen por completo antes de pasar al siguiente paso.
4. Muele
Una vez que la cáscara de huevo está tostada, pásala a la licuadora, de preferencia previamente machacada. Puedes colocarla en un tazón y aplastar ahí con una cuchara de madera para trozarla, de esta manera será más fácil para la licuadora molerla, y también te llevará menos tiempo.
Si no tienes licuadora, puedes molerla metiéndola en una bolsita de tela y machacando hasta que se haga polvo, luego colar para evitar que se vayan los pequeños trocitos que no se molieron por completo. También puedes usar el metate o el molcajete para moler finamente. La idea es obtener una especie de harina o polvo de la cáscara de huevo.
¿Existen riesgos al consumir la cáscara del huevo?
Esa misma permeabilidad hace que exista el riesgo de contaminación por bacterias, que pueden adherirse a ella. Ahí entran las membranas interior y exterior. Esta última es la cutícula, que no se aprecia a simple vista y que actúa como pantalla para evitar que el polvo y las bacterias penetren a través de los poros y dañen el interior del huevo.
La otra es esa membrana blancuzca que insiste en pegarse a la clara del huevo duro y hay que retirar. Ambas, que son flexibles y fuertes, tienen proteínas como el colágeno y la queratina y pequeñas partes de sulfato de condroitina, glucosamina, aunque en cantidades poco significativas.