El avasallante triunfo del pasado domingo del gobernante Partido Revolucionario Moderno (PRM), es una osadía que sólo es posible lograr desde las altas cumbres del poder político.
Debemos recordar que esta hazaña ya se había repetido en otras oportunidades y otros partidos en ocasiones pasadas, lo que reafirma nuestras creencias de que precisamente el poder contiene esa magia envolvente para lograr lo que otras organizaciones han logrando, y que el pasado domingo el oficialista PRM logró.
Ahora bien, es justo precisar, y en esto vamos de acuerdo en lo planteado por el estratega político radicado en Lawrence, Joel Chala, y por el articulista de este medio, y compueblano a la vez, Teófilo- Quico- Tavar, de que el ingrediente político más importante para el triunfo del PRM fue sin lugar a dudas el carisma y el liderazgo del presidente Luis Abinader.
Debemos recordar que, como buen soldado y cobijado bajo los cálidos vientos de su prestancia, este líder indiscutible visitó los 158 municipios, en una acción combinada con las estructuras tanto nacionales como locales, logrando y desde nuestro punto de vista, estar ahí, justo en el momento preciso para que en todo el país se mantuviera ese aura que junto a los vientos políticos les insuflaron a los candidatos a las alcaldías y regidurías, todo un océano de bienestar mediático, el cual unido a un despliegue de prensa, dieron en el punto perfecto para que todavía, y hasta la 5:00 de la tarde del pasado domingo 18 de febrero, se sintiera la presencia y el ánimo de los multitudinarios caravaneos, en el ánimo de los perremeístas.
Salvo algunas excepciones en donde las cosas, por ejemplo, no quedaron muy claras con relación al voto de los perremeístas, en donde, y hasta el día de hoy se alegan supuestas o reales traiciones por parte de la militancia oficialista para favorecer a contrarios, como por ejemplo el caso Tenares, donde se dice que ciertas autoridades y dirigentes pactaron con la Fuerza del Pueblo (FP), pero por demas, todo resultó un éxito.
Pues, el liderazgo del presidente Abinader, el arduo trabajo de una dirigencia que quieren retener el poder más allá del presente 2024, esto, sumado a un equipo mediático que ha sabido interpretar el deseo de las bases de este partido, son los elementos que, en definitiva, han contribuido para hacer realidad lo que hoy vive esa entidad, de la cual, muchos de los líderes de la oposición deben de aprender algunas lecciones para que, cuando les toque este mismo escenario, vengan a los medios y revise cómo se hizo y por qué se hizo.
Finalmente, le hago un llamado tanto a los altos como a los medianos dirigentes, así como a las bases misma de ese partido, para que asuman ese triunfo con humildad y sabiduría, y así, cuando les toque ocupar el lugar que hoy ocupan sus contrarios, la frustración no sea tan grande como la que se observa en algunos de los litorales de nuestras organizaciones y partidos políticos.