La procuradora general Miriam Germán ordenó ayer una investigación sobre la denuncia de la jueza Ana Lee Florimón, quien tras ser recusada y separada del caso Calamar, dijo ser objeto de acoso, y su familia, por el Ministerio Público.
La magistrada fue recusada por cambiar una resolución que ordenaba al MP poner “parcialmente” a disposición de la defensa de José Ramón Peralta, la carpeta de la investigación, por el caso Calamar, en el que el exministro administrativo de la Presidencia es imputado de corrupción junto a otros exfuncionarios.
En un comunicado, Germán dijo que ordenó hacer las indagatorias porque en la denuncia de la jueza del Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional “hay asuntos de extrema gravedad”, como su afirmación de que “por presiones” del MP se han producido traslados y sanciones de jueces.
“En mi desempeño al frente de la Procuraduría General de la República jamás he propiciado ni consentido lo que señala la referida magistrada Ana Lee Florimón”, señaló.
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Refirió que hubo una época en la que los traslados eran una sanción, e indicó que ese aspecto ya ha sido objeto de reglamento “para evitar ese abuso, hace años se produjo ese deleznable proceder”-
Sobre el seguimiento que según la jueza le daban a ella y a su hijo el MP en un carro color blanco, la Procuradora afirmó que “jamás auspiciaría, ordenaría ni toleraría este tipo de conducta que irrespeta derechos”.
Dijo que habiendo sido ella víctima de esa práctica hace unos años, “mal podría reproducirla”.
Indicó que la investigación que ordenó “debe reunir profundidad y equilibrio, por lo que, en vista de los ‘desencuentros’ de la magistrada Lee Florimón con dos magistrados en el curso del proceso que ha dado pie a este asunto, estos no participarán como miembros de los investigadores para no dar pábulo a versiones de encubrimiento”.
Asimismo, dijo esperar que la denunciante, “si lo cree pertinente”, aporte los elementos que pueda poseer con relación a su denuncia.
Con relación a las pretensiones de la magistrada Lee Florimón de continuar dirigiendo el proceso Calamar no obstante la Corte de Apelación haber acogido la recusación que le hizo el MP, la Procuradora se abstuvo de opinar afirmando que corresponde a otro cuerpo que no es el MP.
No obstante dijo que, y “dependiendo de los términos, una recusación no necesariamente es un agravio, salvo que use expresiones degradantes o injuriosas”.