La formadora y coach en Biodescodificación Transgeneracional, Ximena Celador, explicó cómo funciona esta metodología que ayuda a liberar las emociones de los tutores que podrían afectar a los perros y gatos
Las emociones juegan un papel crucial en la salud tanto de las personas como de sus animales de compañía. Estrés, ansiedad y depresión pueden manifestarse en síntomas físicos y afectar la calidad de vida y el bienestar general.
Los animales, al ser seres sensibles, perciben las emociones de sus tutores y pueden desarrollar conductas relacionadas con el estado de su entorno, lo que puede llevar a problemas de comportamiento o incluso enfermedades.
En un nuevo capítulo de Data Animal, la formadora y coach en Biodescodificación Transgeneracional, la Licenciada Ximena Celador, aclaró de qué manera se pueden sanar conflictos emocionales que influyen en la salud física, tanto de personas como de animales, a través de una herramienta clave: la biodescodificación.
-¿Qué es la biodescodificación?
-La biodescodificación es una metodología que tiene por objetivo encontrar los bloqueos emocionales, es decir, las emociones que hemos reprimido generalmente en la niñez, y de esa manera poder resolver y poder darnos la oportunidad de transformar algún conflicto que tengamos en nuestra vida o algún síntoma o enfermedad. Tiene muchos pasos y herramientas.
-¿Cómo podemos utilizar esta herramienta con nuestros animales de compañía?
-Nuestros animales van manifestando los conflictos que nosotros tenemos en nuestro inconsciente. Nuestro inconsciente guarda mucha información y es el 95% de nuestro comportamiento, aproximadamente. Entonces ellos van a ir manifestando la energía que está atrapada en nosotros, que está bloqueada. Gran parte de esta energía son las emociones.
La experta explicó que las mascotas muestran esa información que perciben de los humanos a través de síntomas o comportamientos fuera de lo normal, que parecen surgir de repente. Comentó que lo importante en esas situaciones es hacerse cargo de las emociones a través de la observación de los animales de compañía que “funcionan como un espejo que nos está mostrando lo que nos pasa a nosotros, lo que no podemos ver”.
Más allá de solo reconocer los sentimientos, se los debe expresar y “permitir que esa energía salga para que ellos no la tengan que manifestar o para que esa energía esté más alivianada en ellos”, según Celador.
-O sea que la biodescodificación nos ayuda a nosotros y a ellos, porque los animales de compañía actúan como un espejo nuestro de nuestras emociones.
-Claro, todos los conflictos que nosotros tenemos sin resolver, que en realidad son emociones atrapadas y que son una energía muy fuerte, se puede manifestar en varias formas. Una es enfermándonos, en conflictos con otras personas, y en ellos, los animales de compañía. Funcionan como un fusible nuestro, como también pueden ser nuestros hijos.
Entonces los animalitos es como que nos dicen “dejá, yo esta carga la llevo por vos y te dejo que vos estés tranquilo, que sos mi humano, mi cuidador”. Entonces por eso van canalizando esa energía que nosotros no podemos resolver, que está ahí trabada.
La especialista planteó que la manera de resolver esto es ver qué sucede internamente al reconocer que un animal de compañía tiene una afección.
“La biodescodificación, a través de distintas herramientas, nos dice que cada parte del cuerpo y cada enfermedad tiene un sentido biológico, una información, una explicación del conflicto emocional que estoy mostrando. Por ejemplo, si fuera la vista, puede ser algo que no estoy queriendo ver, o miedo a ver algo, o miedo a algo que vi. La biodescodificación es una herramienta muy poderosa que podemos utilizar para mejorar la calidad de vida de ellos, de los animalitos, para que no tengan que llevar nuestras cargas”, agregó.
-¿Cuál fue el caso en el que más notaste que funcionó muchísimo la biodescodificación como herramienta?
-En realidad hay muchos casos, porque la persona puede venir por el conflicto de su animal o puede venir con un conflicto que también lo está manifestando su animal. Pero generalmente lo más notorio son estos conflictos con la alimentación o, como decíamos recién, de la vista que salen orzuelos o algún tipo de granos que se pueden fácilmente trabajar.
La licenciada considera esencial el diálogo con el animal, el explicarle que se están trabajando los conflictos internos con el objetivo de alivianar esa carga emocional en ambos. “Si yo me hago cargo de eso y lo trabajo, realmente los casos que hemos trabajado son muchos y se pueden ver muy fácilmente y rápido. Porque el animal entiende en su inconsciente, que está ligado con el nuestro, que ya se están ocupando de eso, entonces no hace falta que lo manifieste en su cuerpo”, señaló.
-Si bien esto no reemplaza a una atención veterinaria, ¿cómo puede funcionar la biodescodificación para complementar una terapia médica veterinaria?
-Desde la perspectiva nuestra, de la escuela Genea, nosotros siempre recomendamos primero visitar, en el caso de la persona, al médico, y si es un animal, al médico veterinario para que indique el tratamiento correspondiente. Y con la biodescodificación, trabajando en todo lo que es lo emocional, esa energía que está contenida se va a canalizar, se va a liberar. Entonces eso por supuesto que va a colaborar en que eso que el animal tiene no vuelva a aparecer o sane más rápido.
Además, resaltó que “hace que el proceso de recuperación de la cirugía, de que el animal esté bien y tenga una vida más normal, pueda ser mucho más rápido y efectivo. Siempre es un complemento. Todo lo que nosotros hagamos y trabajemos en el plano emocional va a ayudar, por supuesto, en nuestro plano físico y en nuestro plano mental”.
-¿Y cómo podemos nosotros desde nuestro lugar ayudar a alivianar también los síntomas que presentan nuestros animalitos de compañía?
-Lo importante y lo fundamental es conectarse con las emociones. Es algo que nosotros repetimos muchas veces, pero que es realmente la clave: aprender a identificar qué nos pasa. Nosotros somos seres emocionales que pensamos, a diferencia de lo que se creía antes. Tenemos muchas emociones y eso nos permite relacionarnos con el entorno.
Todo el tiempo estamos sintiendo emociones, pero desde chicos, desde pequeños, nos enseñan que está mal, que no llores, que una nena no se enoja, un nene no llora, que no te podés comportar así. Entonces aprendemos a bloquearlas.
“Trabajar en todo lo que es lo emocional va a ayudar a que todo lo que está a nuestro alrededor no tenga que manifestar esa energía que está bloqueada, que está atrapada. Las emociones son como una olla a presión. Si yo las sigo reprimiendo y las sigo guardando, va a salir en algún momento, por algún lado. Y eso puede ser nuestro cuerpo, nuestros animales, nuestra casa, nuestros vínculos, o incluso con el dinero. Entonces, mientras yo más me haga cargo de mis emociones, de lo que siento, lo que me pasa y sea consciente de qué cosas en mi entorno, de qué situaciones me hacen sentir bien o me hacen sentir mal, más voy a alivianarles la carga a ellos que están ahí para acompañarnos siempre”, añadió Celador.
-Cuando rescatamos un animal que viene con muchas dolencias, con mucho maltrato, ingresa a nuestra casa y lo vemos con un montón de sintomatología física, ¿la biodescodificación sirve también como complemento, obviamente, a la terapia para ayudarlo a sanar todos los traumas que viene arrastrando?
-Por supuesto que sí, porque vamos a trabajar desde una energía que está en armonía con ese ser, con ese animalito, que hace que llegue a mi vida. No llega la vida de otra persona, llega a mi vida. Entonces quiere decir que yo tengo la información en mi inconsciente para ayudarlo a sanar, y en realidad el que me está ayudando a sanar es él a mí. Entonces esos traumas que él tiene, esos dolores, esos sufrimientos, seguramente de alguna manera están en mi vida. Si yo me hago cargo de eso, puedo empezar a acompañarlo a liberar toda esa tensión y esa emoción.
A partir de la atención, el cobijo, el cuidado, el brindarle alimento y un lugar apropiado, el estado físico y mental del animal de compañía mejorará. La experta subrayó que si, además de eso, se trabaja el aspecto emocional que está en juego, el bienestar será más duradero.
-Entonces, coincidís con la frase de que “nosotros no los rescatamos a ellos, sino que ellos nos rescatan a nosotros”.
-Totalmente. Yo creo que sí, porque si no, no llegarían a nuestra vida, no llegan a la vida de cualquier persona. Creo que en eso los rescatistas tienen una misión muy importante porque es una misión tanto para darle amor al animal, pero también para sí mismo, para empezar a atendernos y a darnos amor a nosotros. Y creo que en esa actividad tan generosa, tan altruista, encuentran ahí una comunión de amor que me parece que es supersanadora para los dos.