Cuando los Bravos subieron a Michael Harris II a las Grandes Ligas con menos de 200 juegos de experiencia en el béisbol profesional, simplemente necesitaban que fuese más productivo que el utility Travis Demeritte en los jardines.
La misión del dominicano Robinson Canó es similar. El ocho veces convocado al Juego de Estrellas no necesita jugar al nivel que mostraba cuando solía ser candidato perenne al JMV en la primera mitad de la década pasada. Los Bravos simplemente quieren que aporte más que lo que vienen haciendo Phil Gosselin y el venezolano Orlando Arcia ante la ausencia del segunda base regular del club, Ozzie Albies.
Canó dejó una favorable primera impresión al conectar dos hits en su debut con Atlanta la noche del lunes en el Truist Park durante la derrota por 4-1 ante Max Scherzer y los punteros Mets.
“Para eso es que lo buscamos: Que sea un buen bate zurdo”, dijo el manager de los Bravos, Brian Snitker. “Pienso que se vio bien”.
Canó, quien fue adquirido desde los Padres por dinero en efectivo el domingo, tuvo OPS de .501 en 12 juegos con los Mets antes de ser dejado libre el 8 de mayo. Jugó esporádicamente con San Diego durante las últimas dos semanas de mayo y luego empezó a tomar su ritmo una vez vio acción a diario en Triple-A El Paso a mediados de junio. Ligó para .369 con OPS de .947 en sus últimos 14 partidos con los Chihuahuas. Eso fue suficiente para que los Bravos decidieran darle esta oportunidad.
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“Sé que todavía puedo jugar este juego”, aseguró Canó. “Gracias a Dios, pude poner algunos números”.
Siempre hay razones para ser escéptico cuando se trata de números de ligas menores. Pero Canó demostró que todavía hay vida en su bate cuando conectó un sencillo a 109 millas por hora contra Scherzer en el tercer inning y otro sencillo a 112 mph ante el relevista Adam Ottavino en el octavo. Terminó conectando dos de los cuatro hits de más velocidad en el encuentro.
“Ha estado jugando regularmente durante el último mes”, dijo Snitker. “Entonces, todos estos turnos contra lanzadores derechos serán buenos para él”.
Canó también les mostró a los Bravos que aún tiene algo de alcance y buenas manos. Su presencia fue clave para que el daño contra Max Fried no fuese mayor.
Si Canó termina ayudando a los Bravos a ganar el título de la División Este de la Liga Nacional por quinto año seguido, seguramente habrá muchos fanáticos de los Mets molestos, especialmente aquellos que se den cuenta de que su equipo podría terminarle pagando al segunda base aproximadamente US$7.5 millones para que juegue el resto de la temporada con Atlanta.
“Uno espera que reciba lo que Robinson Canó es capaz de hacer”, terminó Snitker. “Creo que vale la pena intentarlo”.