“Tristeza”, “vergüenza” y “enojo” son algunos de los sentimientos que expresan voluntarios de la Defensa Civil, al señalar que la institución parece estar en el “abandono” y da muestras de “caerse a pedazos”.
Por lo menos cuatro colaboradores de la sede central en el Distrito Nacional y de la Dirección Regional Ozama de la Provincia Santo Domingo indican a El Informe con Alicia Ortega que desde hace varios años enfrentan situaciones para las cuales no han tenido equipos ni vehículos suficientes para cumplir con las labores de control de riesgo y rescate.
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Vehículos insuficientes
Los voluntarios, que hablaron a condición de no revelar sus nombres, señalaron que uno de los obstáculos es la falta de vehículos, que incluso impidió reaccionar de forma oportuna durante las torrenciales lluvias sobre el Gran Santo Domingo el 4 de noviembre. “En mi región, que es la región Ozama (…) sólo funciona uno”, dijo un técnico voluntario, al aludir a un minibús con equipos para extraer personas de vehículos en accidentes.
El colaborador de la provincia de Santo Domingo agregó que sin brindar servicios están una ambulancia Ford y una camioneta Nissan Frontier 2005. La ambulancia permanece estacionada en la marquesina de la regional, un tanto empolvada. El Informe comprobó que la camioneta se encuentra abandonada entre maleza en un taller mecánico en Santo Domingo Este por falta de pago del arreglo hace casi dos años. “Se le ha solicitado al nivel central, se le ha entregado presupuesto para la reparación y lamentablemente no hemos caído en gracia para que se reparen”, agregó el técnico.
De acuerdo con las memorias de la Defensa Civil, dicha camioneta fue restaurada en 2018 y entregada a esa regional.
“Nos ató de pies y manos, con un sólo vehículo para una provincia y para una región. Simplemente pasamos a ser apoyo de la oficina central”, relató el técnico voluntario de la regional Ozama.
Una segunda camioneta de la misma marca y año, también fue reparada y asignada a la sede central hace 4 años. El Informe encontró este último vehículo sobre blocks en el estacionamiento de la institución en el Distrito Nacional.
“En la pasada tormenta, el vehículo de rescate que tenía la Defensa Civil estaba en un taller y lo tenían detenido por falta de 265 mil pesos”, relató un voluntario de la Sede Central.
Según documentos de cuentas pendientes y pagadas, el 14 de noviembre el organismo erogó los 265 mil pesos a Autopartes Aurora. En ese taller confirmaron a El Informe que el vehículo estuvo allí hasta esa fecha, y por ende no disponible el 4 noviembre.
El saldo de las inundaciones, según el COE, fue de ocho muertos, mientras que los daños a vehículos rondaron los mil millones de pesos en primas, de acuerdo a la Cámara Dominicana de Aseguradores y Reaseguradores (Cadoar).
El portal transaccional de la Dirección de Compras y Contrataciones muestra que en este 2022, la Defensa Civil cuenta con por lo menos 30 licitaciones relacionadas a vehículos y reparaciones de estos. Destinaron 3 millones de pesos para reparaciones y piezas, mientras que hubo tres procesos para la compra de cinco camionetas valoradas en poco más de 14 millones. Estas están destinadas a las provincias de Sánchez Ramírez, Samaná, El Seibo, Monte Plata y Hato Mayor.
Hace una semana, cuando ya El Informe había solicitado información vía libre acceso y una entrevista, incoaron una licitación para dos camionetas para Santo Domingo y el Distrito.
Equipos insuficiente y bajas de personal durante Fiona
Tras el paso del huracán Fiona, los voluntarios destacan situaciones que aseguran demuestran que la Defensa Civil quedó rebasada por la crisis.
“Fue caótico, porque incluso la central, que se supone debe tener un personal operativo 24 horas, no lo tenía”, indicó un voluntario de dicha sede.
La Defensa Civil actualmente cuenta 400 empleados en nómina y hasta 2021 con 14 mil socorristas voluntarios. Sin embargo, los que alzan su voz dicen que esas las cifras se están reduciendo. “Incluso mi comité era uno de los que tenía 69 voluntarios, ya no quedan ni 10 (…) Los que estamos somos porque en verdad no le servimos a la Defensa Civil sino a nuestros barrios”, dice uno de los brigadistas.
Otra dice con cierta impotencia “tenemos que dejar de vivir de donaciones. Tenemos que destinar un presupuesto para la compra de equipos, implementos, uniformes” en vez de depender de otros países que “es cuando ellos puedan y los equipos se van deteriorando con el tiempo”.
Procesos de licitación para enfrentar emergencias
El organismo abrió cinco “licitaciones de emergencia” para la compra de equipos unas cuatro semanas después del paso de Fiona, aprovechando del decreto emitido por el ejecutivo como consecuencia de los daños causados por el ciclón. Los procesos incluyen la adquisición de embarcaciones, indumentarias textiles, equipos de comunicación, telecomunicación y señalización, herramientas de rescate y protección personal, y maquinaria de extracción y remoción de árboles, para “fortalecer la capacidad de respuesta en las zonas vulnerables afectadas por el paso del fenómeno”. Sin embargo, dichos equipos no llegarían hasta dos meses más tarde.
Para los voluntarios entrevistados, esas compras demuestran que la Defensa Civil no estaba preparada para atender las situaciones de crisis.
¿Quién maneja la crisis?
La institución es dirigida por el licenciado en mercadotecnia Juan Cesario Salas, del Frente Amplio, uno de los partidos aliados de PRM, y fue nombrado en mayo de 2021. El Informe solicitó una entrevista a Salas, quien, mediante dos conversaciones telefónicas, dijo estar dispuesto a pautarla y que solo esperaba la información que el programa había solicitado vía Libre Acceso. Sin embargo, finalmente fue imposible concertar la entrevista a pesar de repetidas llamadas.