Si el PLD y el PRM se acusan mutuamente de hacer proselitismo fuera de los plazos que manda la ley, al tiempo que uno y otro niegan que estén violando la normativa electoral, no debe sorprendernos que la Fuerza del Pueblo y su líder, el expresidente Leonel Fernández, digan mas o menos lo mismo solo que de manera mas conceptuosa y rebuscada.
Y la razón es tan sencilla como evidente: se han puesto tácitamente de acuerdo para burlarse de la JCE, del sistema electoral y sus normativas y, por supuesto, también de los ciudadanos, que debemos sufrir 24-7, y durante los 365 días del año, el abejoneo permanente de los políticos tratando de vendernos la idea de que son los mas aptos y competentes para salvarnos del desastre que ellos mismos provocaron la última vez que votamos por ellos.
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Si ninguno de los tres grandes partidos políticos reconoce, como han señalado de manera vehemente sus líderes y voceros, que han violado las leyes electorales y que están en campaña de manera anticipada, no veo de qué manera o mediante cuál sortilegio podrá convencerlos de lo contrario el órgano electoral que los convocó de urgencia para discutir sobre el tema.
Por eso hay tanta gente convencida, y así lo ha dicho y así lo ha escrito, de que en esas circunstancias y con esa actitud tiene poco sentido el encuentro que se celebrará hoy en la sede de la JCE atendiendo a la preocupación de los miembros del Pleno por el desbordamiento del proselitismo electoral que exhiben los principales partidos, lo que a su juicio “amenaza gravemente con quebrantar la integridad electoral”.
Pero todo el mundo aplaude que como rector del sistema electoral trate de hacer algo para meter en cintura a los políticos, que hace rato se dieron cuenta, dicho sea a propósito, de que carece de capacidad coercitiva para imponer el orden y hacer respetar los plazos que mandan las leyes, como recordó ayer Servio Tulio Castaños, el de Finjus. ¿Quién, entonces, podrá defendernos?