Por Dra. Carmen Elisa Bueno-Nutrióloga Clínica-Obesóloga-Dietista/ @drabueno
En los últimos años la «leche de almendras» goza de una particular popularidad y acogida por aquellos consumidores que buscan mejorar su estilo de vida. Su ligero sabor y buena digestibilidad llaman la atención de aquellos pacientes con alergias, intolerancias a la lactosa y de veganos, sin embargo, aclaremos el concepto de leche.
La normativa oficial define a la leche como, “producto obtenido de secreción de glándulas mamarias de las vacas o de cualquier otra especie animal”. Aunque es común llamarla «leche de almendras» la Unión Europea prohíbe este nombre, que sólo debe ser empleado en lácteos de origen animal.
Aclarando esto, entendamos lo siguiente:
La «leche de almendras» es una bebida vegetal, no es leche. Cuando analizamos su composición nutricional destacamos que van desde baja en calorías y grasas con un aporte de vitaminas A, D y rica en vitamina E, así como nutrimentos inorgánicos (calcio, hierro, zinc, potasio, magnesio y fósforo). En cuanto a su aporte de proteínas es bajo en comparación con la leche de vaca. Un ejemplo de esto es que un vaso de bebidas de almendras contiene tan solo 1,5 gramos de proteínas, en comparación con 8 gramos que contiene la leche de vaca. Es importante tener en cuenta que aunque es rica en varios nutrientes, comparada con las almendras enteras, es diluida y carece de mayor parte de la fibra.
Existe un gran universo de bebidas vegetales en el mercado donde no sólo están hechas a base de almendras, sino con otras fuentes vegetales como es el caso de cereales – avena, arroz, leguminosas, soya – y coco. Es importante leer el etiquetado nutricional ya que diferentes marcas adicionan altas cantidades de azúcares, emulsificantes y/o estabilizantes (goma gellan, goma garrotín) saborizantes artificiales, conservantes (ascorbato de sodio) y otros ingredientes para asemejar mas a la leche.
En esencia, crear una vigilancia en los ingredientes es crucial para determinar una buena bebida vegetal donde su contenido protagónico sea solo agua y almendras, y entendiendo que la concentración de nutrientes en la bebida de almendras depende de cuántas almendras se usan para preparar la bebida, la cantidad de agua agregada y si contiene o no vitaminas y nutrimentos inorgánicos (minerales) agregados, donde buenas prácticas caseras superan calidad y precio del producto. Consumir bebidas vegetales es válido, leer con detenimiento las etiquetas nutricionales y priorizar los ingredientes marca la diferencia para que, si vamos a preferir estas bebidas, elijamos siempre la mejor. Esta columna es la sección educativa de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo. Escribe tus preguntas a: articulos@gmail.com / @sodonuclim.