La presidenta de la FEM, Rossy M. Escotto, consideró que el proyecto de ley de modernización y actualización del Código Laboral, que será retomado el próximo 27 de febrero con el inicio de la nueva legislatura, presenta una base robusta, pero que requiere de un diálogo más amplio y profundo.
Escotto instó a que se garantice una reforma verdaderamente inclusiva y sostenible, al priorizar la creación de empleos y su formalización, así como la transformación productiva.
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“El Código de Trabajo es mucho más que cesantía. Esta reforma representa una oportunidad única para abordar temas clave, como la incorporación de herramientas tecnológicas en los procesos laborales, incluyendo contratos electrónicos, firmas digitales, registros de planillas y la gestión digital de cartel de vacaciones, notificaciones y comunicaciones, a través del sistema Sirla”, dijo.
Resaltó la importancia de incluir temas relacionados con la equidad de género y la prevención de la violencia moral en el ámbito laboral, aspectos que considera esenciales para un entorno de trabajo saludable y equitativo.
Entre los puntos críticos de la legislación vigente, Escotto subrayó la necesidad de revisar otros artículos, entre estos el 86, al que calificó como «lesionador para el sector empleador». Propuso establecer un límite similar al del artículo 95, para evitar que casos de poco monto puedan derivar en pagos millonarios, afectando la sostenibilidad de empresas.