En su discurso al país el presidente Abinader habló de reformas estructurales necesarias para que el volumen del PIB real aumente a la tasa media anual de 6%, que lo duplica en doce años con creación de empleos productivos.
A lo que yo agrego lo siguiente: primero, con la población total creciendo menos de uno por ciento anual, el PIB real por habitante aumentará más de 5% en 2036. Segundo, el modelo que definió el presidente Abinader en general es similar al vigente, las estadísticas muestran que mayor fue el crecimiento del PIB real, promedio 6.5%, intensivo en empleo, aumento 3.91%, periodo 2021-2023.
Tercero, el modelo ha demostrado correspondencia entre el aumento del PIB real por habitante y percepción de los ciudadanos, lo que fue fundamental en el triunfo arrollador del presidente Luis Abinader y PRM en las pasadas elecciones municipales y presidencial.
Solo como ejemplo, cito lo que sucedió con el salario mínimo nominal del trabajador empresas privadas, aumento con las inflación y productividad del trabajo, las estadísticas reportan que acumulado el salario mínimo nominal aumentó 61%, 28.4% el Deflactor Implícito del PIB y 32.6% el salario real, un promedio anual de 10.2%, más que la productividad del trabajo que acumulado creció 19.3% y 6.4% anual, todas las cifras entre agosto 2020 y febrero 2024.
La reforma fiscal integral debe preservar que el consumo de familias e inversión de las empresas se mantengan como motores del crecimiento, dada la experiencia de que el aporte del sector exterior neto por lo general ha sido negativo, por los cambios en el comercio mundial.
La reforma fiscal integral debe dotar al fisco de la munición necesaria para que esté en condiciones de responder ante cualquier crisis internacional, las estadísticas reportan que el escalamiento de las tensiones entre China y EE.UU. reduce el crecimiento mundial, y que China está en una situación vulnerable, no obstante superar a EE UU en manufacturas, pero son reales sus problemas internos de crecimiento y volumen de deuda, algunos estiman que por mucho supera dos veces su PIB calculado con la metodología del FMI.
Debe reducir el stock de deuda pública que por acumulación de déficits pasados el saldo cerro en US$55,730. 2 millones, 45% del PIB, a final de julio 2024, y conseguir superávit primario en el presupuesto, es decir, excluyendo el costo del servicio de la deuda, que es exógeno.
Se debe evitar que la reforma fiscal integral se convierta en otro parche tributario como ha sucedido desde que Balaguer hizo la gran reforma en 1991. Como consecuencia, al vigente Código Tributario no le caben más distorsiones, es necesario hacer otro que generalice lo más que se pueda aplicación del ITBIS, impuestos selectivos al consumo e Impuesto Sobre la Renta, y baje las tasas.
Las siguientes tres deben ser fuentes de ingreso adicional de la Reforma Tributaria Integral: a) Reducción del gasto; b) Mejora de su calidad; y c) Eliminación política fiscal procíclica que estimula la demanda cuando ya es fuerte y/o mantiene subsidios a determinados sectores sin necesitarlos, contribuyen a aumentar el déficit fiscal por el lado de los ingresos y por el del gasto. En concreto, reducir el subsidio fiscal sectorial que se hace llamar “gasto tributario”, para este año se estima en RD$340,890.9 millones, equivalentes a 4.6 % del PIB, es decir, demasiado. Por las tres fuentes, la reforma fiscal integral debe generar no menos de RD$150 mil millones en tres años.