Renta Básica Universal y petróleo

Renta Básica Universal y petróleo

Adán Rafael De Camps Martínez

La Renta Básica Universal (RBU) ha sido objeto de debate global como herramienta para reducir la pobreza y promover la igualdad. Sin embargo, una implementación inadecuada podría desincentivar el trabajo, socavando la productividad. La RBU debe ser un incentivo para la innovación y el emprendimiento, no una excusa para la inactividad. En la República Dominicana, los ingresos provenientes de la explotación de petróleo y otros recursos naturales podrían desempeñar un rol clave en financiar una RBU sostenible. Por ejemplo, en 2022, los ingresos globales derivados del petróleo ascendieron a 4.2 billones de dólares, mostrando el enorme potencial de este sector (Banco Mundial, 2023). En lugar de subsidiar el ocio, la RBU dominicana podría estar condicionada a la capacitación, la educación técnica y la integración al mercado laboral, fomentando un ciclo de crecimiento económico inclusivo. Un modelo inspirador es el de Noruega, que utiliza su fondo soberano alimentado por ingresos petroleros para garantizar estabilidad económica a largo plazo. Este enfoque podría adaptarse al contexto dominicano mediante alianzas público-privadas. Estas alianzas permitirían atraer inversiones internacionales para financiar la exploración, garantizar transferencias de tecnología y crear empleos de calidad, todo bajo un marco de transparencia y supervisión que asegure una gestión eficiente y sostenible. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha destacado la importancia de las alianzas público-privadas en la gestión de recursos naturales, señalando que “las alianzas público-privadas pueden ser una herramienta eficaz para movilizar inversiones y mejorar la eficiencia en la prestación de servicios públicos” (FMI, 2023).

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