El pais.Reporteje sobre la sación que inpondra el gobierno el no uso de la Marcarilla en las calles del pais.Hoy/Pablo Matos 23-06-2020, en foto Silvia Frías
La resolución que el Ministerio de Salud Pública emitió el pasado viernes para sancionar con multas a las personas que no utilicen mascarillas en los espacios públicos y privados de uso colectivo es vista con buenos ojos por nueve de los diez residentes en el Gran Santo Domingo consultados por Hoy.
Rafael Castillo, residente del Ensanche Espaillat, en el Distrito Nacional, califica de correcta la medida, pero la considera tardía porque debió ser implementada “desde hace mucho tiempo”.
En ese mismo sector, Sonia Robles dice que los ciudadanos han sido los únicos responsables de que las autoridades hayan adoptado una postura más estricta.
Adonis Javier, un motociclista de Los Mina, en Santo Domingo Este, deplora que la gente “no quiera entender la realidad, que las mascarillas son para uno protegerse”.
“Para que esto se calme tiene que ser de una manera. Desde que sepan que es verdad, que agarren a dos o tres personas y les pongan las multas, los otros se van a alinear”, asegura.
No obstante, la totalidad de los entrevistados piensa que los montos de las multas contemplados en esa resolución (de uno a diez salarios mínimos) son exagerados porque no se ajusta a los ingresos que reciben la mayoría de las personas, especialmente en medio de la crisis económica causada por la pandemia de la enfermedad covid-19.
“La mayoría de las personas que caen en la ignorancia de no usar mascarillas son de extrema pobreza, entonces, ¿de dónde una persona sacará miles de pesos si a veces no consigue ni siquiera para comer?”, sostiene Michelle Edellier.
Este vendedor de pollos del Ensanche Espaillat plantea que el Gobierno debería enfocarse más en educar a la población, porque “todavía hay mucha ignorancia” respecto a la presencia del coronavirus en el país.
Silvia Frías, moradora del Ensanche La Fe, en el DN, no duda en aseverar que los montos de las sanciones no podrán ser pagados por muchas personas.
Al otro lado de la calle, Ana Cordero piensa sobre las multas que “es problema de cada quien si ya se lo advirtieron. No es obligado andar con un garrote dándole garrotazos a todos”.
Estrategia psicológica. Dos de los consultados opinaron que estas sanciones podrían ser parte de una estrategia de “terror psicológico” de parte del Gobierno.
“Eso es un terror psicológico, porque ellos saben bien que aquí no hay ni para comer, mucho menos para pagar una multa y si ellos aprietan la tuerca con eso, se le va a tirar todo el mundo a la calle”, expresa Estela Pineda, residente de Los Mina, Santo Domingo Este.
Rafael Figuereo, morador del Ensanche La Fe, entiende que se trata de “presión psicológica” para que acudan menos personas a votar en las elecciones presidenciales y congresuales del 5 de julio próximo.
Cumplimiento de la medida. Durante el recorrido por el Ensanche Espaillat, Ensanche La Fe y Los Mina, la mayoría de los individuos llevaba puesta su mascarilla. El resto de personas que no la usaba se negaba a ser entrevistada o se retiraba a buscar las que tenían.
En el trayecto no se observaron detenciones por este motivo. Sin embargo, un oficial de la Policía de SDE afirmó que los operativos por no portar mascarillas se han mantenido todos los días, con detenciones de personas que luego son llevadas a destacamentos policiales donde los fiscales les imponen multas de RD$1,000 a RD$2,000.