Rusia y Bielorrusia continuarán sus maniobras militares conjuntas debido a las tensiones con Ucrania, se informó el domingo. Las maniobras iban a concluir ese mismo día. Para ellas, Rusia ha acumulado gran cantidad de fuerzas en Bielorrusia, que hace frontera con Ucrania. La presencia militar rusa ha provocado temores de que invadirán Ucrania. Rusia y Bielorrusia han afianzado su alianza denominada el Estado Unificado, poco menos que la integración total de los dos países. El ministro de defensa Viktor Khrenin declaró el domingo que el presidente bielorruso Alexander Lukashenko y el presidente ruso Vladimir Putin han decidido “continuar poniendo a prueba las fuerzas del Estado Unificado”.
Khrenin citó “el aumento de la actividad militar cerca de las fronteras externas del Estado Unificado y el empeoramiento de la situación en el Donbás”, la región del este de Ucrania controlada por separatistas prorrusos. Lukashenko participó junto con Putin en Moscú el sábado para supervisar simulacros nucleares, según funcionarios rusos. Poco antes se informó que cientos de proyectiles de artillería explotaron en la línea de contacto entre soldados ucranianos y separatistas con apoyo ruso, y miles de personas evacuaron el este de Ucrania mientras crecían los temores a que la inestabilidad en la región desencadenara una invasión rusa.
Líderes occidentales advirtieron que Rusia se preparaba para atacar a su vecino, rodeado por tres lados por unos 150.000 soldados, aviones de combate y equipamiento militar ruso. Rusia hizo simulacros nucleares el sábado y maniobras militares convencionales en la vecina Bielorrusia y tiene ejercicios navales en marcha en el Mar Negro. Estados Unidos y muchos países europeos llevan meses acusando a Rusia de intentar crear pretextos para invadir. Han amenazado con sanciones masivas e inmediatas si lo hace.
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El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, pidió al presidente Putin que escogiera un lugar donde los dos líderes pudieran reunirse para tratar de resolver la crisis. Rusia ha negado tener planes de invadir. “Ucrania seguirá siguiendo sólo la senda diplomática por el bien de una resolución pacífica”, dijo Zelenskyy el sábado en una conferencia internacional de seguridad en Múnich, Alemania. No hubo respuesta inmediata del Kremlin. Un alto cargo de la Unión Europea, Charles Michel, dijo el domingo que “la gran pregunta sigue siendo: ¿quiere diálogo el Kremlin?”. “No podemos ofrecer para siempre una rama de olivo mientras Rusia realiza pruebas de misiles y sigue acumulando tropas”, dijo Michel, presidente del Consejo Europeo, en la Conferencia de Seguridad Múnich.
“Una cosa es segura: si hay una nueva agresión militar, reaccionaremos con enormes sanciones”. Líderes separatistas en el este de Ucrania ordenaron el sábado una movilización militar plena y enviaron más civiles a Rusia, que ha emitido unos 700.000 pasaportes a residentes de los territorios bajo control rebelde. Podrían emplearse afirmaciones de que hay ciudadanos rusos en peligro como justificación de acciones militares.
Mandos militares en los territorios separatistas acusaron a las fuerzas ucranianas de hacer ataques con artillería durante el último día y dijeron que dos civiles habían muerto en un ataque fallido a un poblado cerca de la frontera rusa. La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, recalcó el domingo la importancia del momento que enfrenta Europa. “Hablamos del potencial de una guerra en Europa”, dijo Harris en la Conferencia de Seguridad de Múnich. “Han pasado 70 años, y en esos 70 años (…) ha habido paz y seguridad”.
El presidente de Ucrania criticó a Estados Unidos y otros países occidentales por no aplicar ya nuevas sanciones a Rusia. En declaraciones antes de la conferencia, Zelenskyy también cuestión el rechazo de Occidente de permitir la incorporación inmediata de Ucrania a la OTAN. Putin ha reclamado que la OTAN no incluya a Ucrania como miembro. Harris se atuvo a la decisión estadounidense de esperar a imponer sanciones, pero dijo que no cuestionará los “deseos para su país” del mandatario ucraniano.
En un nuevo indicio de temores de que podría comenzar una guerra en cuestión de días, Alemania y Austria dijeron a sus ciudadanos que abandonaran Ucrania. La aerolínea alemana Lufthansa canceló vuelos a la capital, Kiev y a Odesa, un puerto del Mar Negro que podría ser un objetivo clave de invasión. Las líneas de comunicación entre Moscú y Occidente seguían abiertas: los responsables de defensa estadounidense y ruso hablaron el viernes. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló el domingo con Putin por teléfono. El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, y el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, acordaron reunirse la semana que viene.