La caries y la enfermedad periodontal son las afecciones orales más comunes, ambas están íntimamente relacionadas a: presencia de placa bacteriana o biofilm, tipo de alimentación, factores genéticos y al cuidado profesional.
Al tratar una caries dental, el odontólogo elimina todo el tejido afectado y reconstruye la anatomía dental perdida; tomando en cuenta la funcionabilidad y estética. El tratamiento periodontal por su naturaleza requiere de mayor interacción odontólogo-paciente, generalmente varias visitas a la consulta y un compromiso del paciente de seguir al pie de las letras las indicaciones.
La enfermedad periodontal afecta todos los tejidos de alrededor del diente, en su primer estadio se conoce como gingivitis, esta condición es reversible, si se trata a tiempo. En cambio si no recibe tratamiento pasa a ser periodontitis, la cual deja secuelas de importancia.
Los primeros signos y síntomas de la periodontitis son:
• Cambio de coloración en las encías, se tornan de color rojo.
• Mal aliento.
• Sangrado espontáneo.
• Pérdida del contorno gingival o agrandamiento.
Ante la presencia de uno o más de esto signos o síntomas se debe acudir al dentista. El periodoncista es el especialista que se encarga de esta área de la salud oral.
El tratamiento varía de un caso a otro, así como el número de visitas. El primer objetivo es educar al paciente sobre su enfermedad, que entienda que es un trabajo en equipo, por lo tanto es imprescindible su cooperación.
Existen factores predisponentes para padecer la enfermedad periodontal: tabaco, cambios hormonales, diabetes, algunos síndromes, entre otros. Sin embargo, es indispensable la presencia del biofilm para el desarrollo de la enfermedad periodontal.
La placa bacteriana debe ser eliminada diariamente con una correcta rutina de higiene oral, este procedimiento es responsabilidad del paciente, bajo las instrucciones del profesional de la salud y con productos indicados por su doctor, de una gama muy amplia existente en el mercado. Iniciando con el cepillo dental de cerdas suaves o medianas; hilos dentales de seda, finos o gruesos; cepillos interproximales. Finalizando con el colutorio indicado para cada condición.
En cada visita a la clínica, el odontólogo o su personal auxiliar, chequeará cómo ha sido ese cuidado en la casa, a través del control de placa bacteriana. Reforzando la técnica si es necesario, verificando que el paciente utiliza los productos indicados para su tratamiento y estimulando a mejorar en las áreas deficientes.
El tratamiento puede pasar por diferentes etapas, dependiendo de cada caso. Desde una simple profilaxis dental, hasta destartrajesupragingival.