Irresponsables e indignantes, las declaraciones del director del Control de Subsidios de la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (Sisalril), Bienvenido Núñez Mirabal, nos confirman nueva vez lo que sabemos desde que se promulgó la Ley 87-01: el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS) es un atraco para el asegurado.
Que la Sisalril tenga 120 mil solicitudes de pago atrasadas es imperdonable porque se trata de los recursos de los trabajadores que han dejado de cobrar sus salarios cuando más lo necesitaban: ante una enfermedad, una amenaza de aborto o poco antes de tener a su bebé.
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¿Cómo es posible que si uno se enferma la empresa en la que trabajamos deje de pagarnos y luego la Sisalril no reponga ese dinero? Tampoco se entiende que una embarazada en riesgo de perder a su bebé deje de cobrar o reciba medio salario.
La maldita ley se creó para jodernos. Ganan los mercaderes de la salud y las pensiones, que con las ARS y las AFP se han hecho millonarios mientras nosotros nos desgastamos con copagos y complementarios. También ganan los empresarios al ahorrarse los salarios de empleados enfermos. ¿Qué daño tan grande le hemos hecho a los políticos que crean leyes que castigan a los ciudadanos que les eligen? Tenemos, sin dudas, que elegir mejor.