¡Se instala brillante y deslumbrante Ariadna Canaán!

¡Se instala brillante y deslumbrante Ariadna Canaán!

Ariadna Canaán. Entre el cielo y la arena. Novias. Fotografía digital con inteligencia artificial controlada sobre papel de algodón, 115x76 cm, 2024.

La reconocida artista dominicana Ariadna Canaán presenta en el Museo de Arte Moderno una de las primicias más brillantes y reveladoras de FIACI 2024 con su propuesta instalativa “Entre el cielo y la arena”, incluida en la extensa y poliédrica exposición “Enlazando Mundos”. Curada por Gía Caro y Camilo Chico, la muestra suma pinturas, esculturas, instalaciones, performances y NFT. Se trata de una síntesis operatoria y deslumbrante de la diversidad imaginativa y las penúltimas innovaciones del arte contemporáneo. Más de 30 artistas de diversos orígenes y latitudes, precisan en sus obras historias y travesías creacionales íntimas, distintas y vitalmente necesarias…

La primera edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIACI 2024) ha generado un impacto positivo en el escenario cultural y artístico dominicano de la actualidad. La propuesta ferial se postula inclusiva, mixtificada y celebratoria del arte y la cultura visual como espectáculo. Su fundadora y directora, la colombiana Luz Botero, es una galerista apasionada con una trayectoria de éxitos que traspasa las dos décadas, promoviendo, proyectando y comercializando el arte moderno y contemporáneo de América Latina y el Caribe.

Luz Botero sabe muy bien que una feria de arte es un evento en cuyo espacio duracional las galerías seleccionadas exhiben las mejores obras de sus carteras de artistas para su libre comercialización. La dirección de la feria y su comité selector escogen las galerías participantes basándose en la calidad de las obras y los horizontes programáticos o estratégicos de la propuesta ferial.

En países donde el sector está organizado, como el caso de República Dominicana, se torna de rigor la integración de los galeristas más activos y/o representativos. Así que en esta breve nota se impone la advertencia de que por más respectiva o impresionante que resulte ser, una feria de arte sin galerías no es más que un retruécano, un juego de palabras, un puro espectáculo anfibológico.

Las ferias de arte no son el arte, sino el mercado del arte: espacios manifiestos, psicodélicos y hasta tragicómicos para la comercialización a granel del producto artístico. Claro, aunque su médula sea mercantil, las ferias de arte son plataformas ideales para el impulso y desarrollo del encuentro, el diálogo y los enlaces entre los diversos actores de los ecosistemas culturales, artísticos y económicos de la actualidad.

Jamás apostaría ni una mota a las bobadas y andróminas de la crítica histérica y descarriada. Lo que se asume es la mirada receptiva y expectante ante la hibridez y la perplejidad de una propuesta ferial que en su interesantísima primera prueba no ha querido o no ha podido transparentar sus objetivos programáticos clave ni los designios dialécticos de su propio campo de exploración.

Desde luego, se impone reconocer que la adición del pivote activador y fructífero del networking: programa de conferencias y diálogos entre galeristas, coleccionistas, artistas y especialistas, ha permitido al equipo organizador de FIACI 2024, encabezado por Luz Botero y Carol Félix, junto a sus eufóricos aliados, proyectarse con una visión profundizadora más allá de la superficie.

Las muestras desplegadas en el Centro Cultural Banreservas, Galería ASR, Galería Nacional de Bellas Artes y Museo de Arte Moderno, que incluyen obras excelentes de importantes artistas contemporáneos nacionales y extranjeros, entrañan aportes reactivadores y hasta reveladores al contexto cultural y artístico actual en Santo Domingo.

Unos niveles paroxísticos de recursividad, vuelo conceptual, poeticidad disruptiva y vitalidad expresiva, desarrolla Ariadna Canaán en su deslumbrante orquestación multimedia “Entre el cielo y la arena”. La artista articula su propuesta mediante un conjunto de mantillas negras españolas y atuendos de muselina, usados por las mujeres musulmanas; un video sonoro y una serie de fotografías digitales logradas con inteligencia artificial controlada. A partir de sus ideas y percepciones estéticas personales, Ariadna aborda sus raíces originarias, la memoria íntima y su resiliencia ante las tensiones de la cotidianidad a la vez que reflexiona con sutil intensidad sobre los turbadores efectos del ecocidio.

“Entre el cielo y la arena”, admite su lectura como especie de catálisis pulsional y especular, capaz de situar el espectador ante la súbita extrañeza de la inmanente discordia entre lo estético y lo artístico: la belleza y la emoción se deben a las referencias estéticas y culturales, pero lo artístico se nutre desde la vigilia lúcida, sensible y ética de la línea de tiempo. El desvelo poético y reflexivo de Ariadna Canaán trasluce su abrazo radical al espíritu disruptivo que traspasa las prácticas creadoras en el transcurso de las últimas tres décadas.

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