La Junta Central Electoral (JCE), y no solo la facción que dentro del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) encabeza Danilo Medina, sería una de las instituciones fundamentales a las que el ex presidente Leonel Fernández y su equipo tendrían que enfrentar en buena batalla, en caso de que éste decida marcharse del partido de gobierno para ser candidato presidencial por otra organización política.
Es precisamente la JCE, organismo constitucionalmente competente para organizar, dirigir y supervisar las elecciones, que deberá emitir los resultados de las votaciones en las elecciones generales previstas para el año 2020 en la que participaría Fernández, tal y como lo realizó en las pasadas primarias del 6 de octubre que dio como ganador a Gonzalo Castillo.
A partir de estos resultados fue cuando inició la crisis en el PLD expresada con manifestaciones y expresiones de protestas encabezada por el tres veces presidente de la República, quien asegura que el evento electroal se trató de un «fraude» electrónico ejecutado de manera deliberada a través de la integración hackers extranjeros de los que él tendría detalles.
«Sin lugar a dudas la Junta Central Electoral tiene un grave problema de credibilidad frente a la opinión pública dominicana. Yo creo que esa junta debe de emprender un plan de acción tendente a recuperar medianamente su credibilidad, porque desde luego, de cara al proceso del 2020», expresó el diputado por San Juan Henry Merán, uno de los principales promotores de la candidatura de Fernández.
«Es difícil que una junta bajo esas características y naturaleza pueda (la JCE) arbitrar de manera transparente un proceso electoral. Lo preferible para el sistema electoral dominicano es que los miembros de esa junta renuncien de manera inmediata», razonó Merán, tras indicar que luego de los cuestionamiento que a su juicio le ha hecho el pueblo a ese organismo, «lo más sensato y elemental» es que renuncien.
Indicó que ante un cuestionamiento a la transparencia e imparcialidad, como a su entender se realizó a los miembros de la JCE, que encabeza Julio César Castaños Guzmán, «el que se respeta debe renunciar inmediatamente».
¿Puede ir como candidato? Aunque todavía el tema no ha tomado fuerza, desde hace un tiempo se habla sobre la posibilidad de que Fernández, ante una eventual salida del partido, deba acudir al Tribunal Superior Electoral (TSE) o el Tribunal Constitucional (TC) para que falle en torno a si podría competir de cara a las próximas elecciones del 2020, habiendo participado como precandidato presidencial.
La Ley 33-18 de Partidos, Agrupaciones y Movimientos Políticos, establece en su artículo 49, en su acápite 4: «Que el aspirante a una precandidatura para un determinado evento electoral, en representación de un partido, agrupación o movimiento político no haya participado como candidato por otro partido, agrupación o movimiento político para el mismo evento electoral»
Sobre este particular, el diputado Merán dijo que según el citado artículo de la Ley 33-18, el presidente Fernández puede ser inscrito por otra fuerza política, «perfecta y legalmente hablando». Sin embargo, indicó que si esa disposición amerita que se vaya a cualquier instancia judicial, estará dispuesto a ir para defender lo que considera es un derecho Constitucional que tiene el ex presidente.
Señaló que pese al plazo otorgado por la JCE para la presentación de las candidaturas, programado para el próximo 27 de este mes, habría tiempo suficiente para cursar una acción de esa naturaleza, «porque cualquier instancia que se someta ante uno de los tribunales, pues detendría cualquier plazo que disponga la ley».
Ene se mismo sentido se expresó ayer el abogado constitucionalista Namphi Rodríguez, quien dijo que la prohibición de inscribir candidaturas del artículo 49.4 de la Ley de Partidos no se le aplica al ex presidente Fernández, «puesto que es una disposición dirigida a impedir que candidatos electos en procesos internos de las formaciones políticas incurran en transfuguismo».
Estocada mortal: Merán explicó que la división en el PLD es insalvable, porque el fraude que a su entender se cometió el pasado 6 de octubre, fue «la estocada mortal a cualquier posibilidad de entendimiento entre las dos fuerzas políticas que gravitan».
«No podemos convivir en un partido donde una fuerza a lo interno persista en alterar la regla de juego elementales de convivencia política y social. No podemos estar trabajando en un partido político de manera unificada, cuando hay una estructura que utiliza el poder para alterar, vulnerar la Constitución de República, incluso para propiciar un fraude colosal», dijo.
Señaló que «la fuerza del pueblo», que lidera Fernández, se ha convertido en un sentimiento nacional y es una estructura política hasta ahora a lo interno del PLD, que está en espera de la decisión del ex presidente para decidir cuál será el rumbo que tomará.