¡Siempre optimistas!

¡Siempre optimistas!

Aunque las situaciones que vivimos en 2022 no parecen ofrecer muchas razones para brindar y festejar al finalizar el año, podemos extraer aprendizajes valiosos, vivir experiencias positivas y templar el ánimo en tiempos de adversidades y dificultades, según los psicólogos.

“El periodo navideño suele ir cargado de regalos, pero la Navidad también nos ofrece muchas oportunidades nuevas y estimulantes”, según Ángela Fernández, psicóloga del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).

“Podría convertirse en el momento idóneo para desconectar, reflexionar, respirar y reencontrarnos con nosotros mismos. Una oportunidad para sacar provecho de nuestra libertad y hacer una representación de lo que deseamos crear en nuestra vida, permitiéndonos descubrir aquello que nos atrae”, señala.

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El «Niño interior» y las ilusiones

Según Fernández “pensar en Navidad nos transporta automáticamente a la niñez. Durante el resto del año, cuando estamos envueltos en una caótica rutina, queda olvidado y abandonado nuestro ‘niño interior’, esa parte de nuestra personalidad, enraizada en nuestra infancia y que sigue latente y nos influye en nuestra vida adulta”.

“Es el momento idóneo para sacar a pasear a ese pequeño interior para empezar el año con una visión de optimismo y salud”, destaca

“¿Cuándo perdimos la ilusión, esa capacidad de entusiasmarnos e ilusionarnos?. Si se quedó por el camino, puedes recuperarla”, reflexiona la psicóloga. Fernández indica que las ilusiones pueden ser puntuales, como por ejemplo un viaje, o cotidianas, como ir a una clase de baile los jueves y que, en definitiva, “la ilusión es un motor de vida”.

Por eso Fernández recomienda dedicar un tiempo a reflexionar para conectar con aquello que nos ilusiona: “a medida que vayas conectando contigo mismo y sintiéndote cada vez mejor, te darás cuenta de que la auténtica ilusión está en las pequeñas cosas”, enfatiza.

Esperanza, curiosidad y disfrute

El objetivo de los días navideños podría consistir en “permitirnos vivir el momento, el ‘aquí y ahora’, sin prisas y sin la sensación de tener que desempeñar un papel o una función específicos. Se trata simplemente de sentir nuestro cuerpo y conectarnos con éste”, apunta.

“Es un buen momento para romper con el hábito de abandonarnos y para tomar contacto con aquello que necesitamos, por ejemplo “concediéndonos algún capricho sin sentirnos culpables”, sugiere.

Aunque “no sabemos lo que nos deparará 2023, podemos elegir cómo queremos afrontar lo que vendrá.

Enfrentar el día con esperanza es un reto a la curiosidad: la esperanza y la curiosidad son elecciones que nos permitirán conectar con cada una de las situaciones que vivamos con motivación, dando validez a nuestras emociones. La esperanza no es garantía de que sucederá aquello que esperamos, pero influirá en aquello a lo que prestaremos más atención”, indica.

Conexión interior, silencio y soledad

“En estas vacaciones navideñas empieza el día dándote tiempo para conectar contigo mismo: desde primera hora reconoce tus emociones, cómo estás, cómo has dormido”, recomienda Fernández.

“Disfruta del silencio de los primeros minutos del día, y así te darás cuenta de que tu mente te está hablando constantemente”, revela. También sugiere: “observa tu entorno, respira y sal a caminar. Observa las luces y los colores de las calles.

Permite a tu cuerpo generar sonrisas y sentir bienestar placer. Desconecta el móvil, para conectar contigo y con el mundo que te rodea”.

“Si las Navidades te obligan a cumplir numerosos compromisos, concédete la posibilidad de elegir qué es lo que de verdad te apetece y necesitas, y decir NO a ciertos compromisos”, puntualiza.

Para Fernández también es importante “saber estar solo”, pero conviene plantearse si sería positivo ampliar nuestra red de apoyo social, como uno de los buenos propósitos para el año que está a punto de comenzar”, puntualiza.

Rodearse de personas «Con buena onda»

“Compartir nuestros ratos libres con personas que nos generan bienestar también es clave para una vida saludable”, asegura la experta del IMEO (https://imeoobesidad.com).

“Aprovecha las fiestas para rodearte de personas con ese don especial de hacerte sonreír sin darte cuenta, y mantén una buena conversación con esas personas”, recomienda.

“Sacar lo mejor de cada momento y disfrutar de la mejor parte de cada persona con las que compartamos el periodo navideño es saludable y optimista. Nos ayudará a vivir las reuniones familiares o de amigos con una actitud diferente, y quizás nos depare sorpresas”, señala.

“Quizá en años anteriores las cenas familiares no fueran demasiado agradables. Pero este año cambia el foco y presta atención. Probablemente haya habido cambios en los caminos de todos. Y recuerda utilizar una herramienta universal que es fundamental; el sentido del humor. Es el momento idóneo para replantearnos prioridades y recordar que ¡te mereces ser feliz!”, enfatiza.

Cultivar actitudes positivas

Desde el ámbito del ‘coaching’, entrenamiento en habilidades dirigido a alcanzar objetivos, y de la generación del pensamiento positivo, el especialista Rubén Bravo, especializado también en técnicas de mejora, crecimiento y bienestar personal, recomienda dos sencillas tareas para valorar el año 2022 y programar el año 2023 de modo esperanzador.

La primera tarea que recomienda consiste en “orientar nuestra mente hacia el agradecimiento, distanciándola de la queja. Un medio para conseguirlo es escribir una lista de diez cosas que tenemos en nuestra vida por las que deberíamos estar agradecidos”, según explica a EFE.

La segunda, encaminada a “propiciar un 2023 lleno de cambios positivos consistiría en hacer una evaluación familiar o personal de nuestra situación financiera, laboral, relaciones personales, hábitos saludables y situación emocional, para detectar en qué puntos encontramos más dificultades”, señala.

A partir de esa evaluación, el siguiente paso es “buscar un plan con metas realistas para mejorar la situación durante el nuevo año”, según Bravo.