El público que acompañó la noche del sábado al cantante Marco Antonio Solís, en el estadio Quisqueya Juan Marichal, de la capital, confirmó el porqué la buena música trasciende a través del tiempo y de generaciones.
Aunque una llovizna “amenazó” con arruinar la fiesta, se impuso la descarga musical de uno de los cantautores más prolíficos de Latinoamérica.
El mexicano convirtió el estadio de béisbol en un aforo para cantarle al amor del pasado y del presente.
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El público compuesto por jóvenes y adultos disfrutó a uno de los artistas más escuchados en el país, en una producción de César Suárez Jr.
Asistieron hijos acompañados de sus padres y abuelos, convirtiendo la noche también en un momento especial para algunas familias que han heredado la música de “El Buki”.
La apertura del concierto estuvo a cargo de su hija Mar Solís, quien presentó buenas credenciales de imagen, voz, pasos y talento.
Esta joven intérprete cantó temas de su padre y de otros artistas, incluyendo Selena, con el tema “Amor prohibido”, y del grupo de origen dominicano Aventura, el famoso “Obsesión”.
Pasada las 10:00 de la noche, Solís subió a escenario y de inmediato se hizo dueño con la puesta en escena de más de cuatro décadas de historia y trayectoria de éxitos.
Agradeció de manera reiterada el cariño que la República Dominicana le ha brindado, incluso haciendo homenaje a sus canciones.
Describir las emociones en cada uno de los temas que se interpretaron esa noche sería una extensión interminable de espacio, pero tomando en cuenta algunos de los títulos podrían bastar para entender, entre ellos: “Cuando te acuerdes de mi”, “Y ahora te vas”, “Si te pudiera mentir”, “Tu cárcel”, “A dónde vamos a parar”, “Extrañándote”, esta última a dúo con su hija Mar.
Y así, entre canción y canción, confesiones de sus historias detrás de algunos de esos éxitos que lo han llevado a ser uno de los compositores más interpretados a lo largo de los años y con una fanaticada fiel a su música y letras, recorrió Marco Antonio Solís (El Buki) el breve recuento musical, en una noche donde los dominicanos se entregaron al mexicano.
Presentó una veintena de temas.