José Alfredo Espinal 
La subsecretaria adjunto de Estados Unidos para Asuntos del Caribe y Haití, Barbara Feinstein, acompañada por una comisión de militares de su país, realizó ayer un recorrido de supervisión de las instalaciones militares y el paso fronterizo de la zona norte de República Dominicana.
No trascendió el objetivo fundamental de la visita de la funcionaria. Sin embargo, resulta relevante al producirse dos días después de que el presidente Luis Abinader afirmara en su discurso de rendición de cuentas ante la Asamblea Nacional que “nuestra política migratoria la marca solo el Gobierno dominicano”.
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“Nunca la situación de nuestro país vecino había sido tan dramática. Haití es hoy un país devastado por las crisis, con un Estado colapsado y una comunidad internacional que no actúa”, señaló el jefe de Estado, quien llamó a un gran acuerdo nacional o pacto país, para hacer frente a la situación haitiana.
La delegación estadounidense se hizo acompañar en su recorrido de soldados superiores del Ejército de la República Dominicana y el Cuerpo Especializado en Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront).
Los oficiales explicaron a la comisión las operaciones en la frontera. Feinstein se rehusó a ofrecer declaraciones a la prensa.
Se informó que viajará al sur del país por la carretera internacional. Son varias las comisiones de funcionarios norteamericanos que visitan la frontera. La crisis política, social y económica en Haití crece.
