Los Ángeles.– La actriz australiana Teresa Palmer, todo un valor emergente en la industria, sueña con que “Lights Out” genere una nueva franquicia de terror y confía en que “Hacksaw Ridge”, la nueva película de Mel Gibson como director, suponga el regreso triunfal a Hollywood del denostado artista.
“Creo en dar a la gente una segunda oportunidad. Él se la merece. Deseo que la gente le reciba con los brazos abiertos”, confesó Palmer.
Gibson quedó en libertad condicional en marzo de 2011 tras ser acusado de agresión a su expareja, la rusa Oksana Grigorieva, madre de su hija, Lucía, quien lo denunció por malos tratos en enero de 2010.
Desde entonces el ganador de dos Óscar por “Braveheart» prácticamente ha desaparecido del mapa, exceptuando sus intervenciones en películas como “Get the Gringo”, “Machete Kills” y “The Expendables 3″.
“Hacksaw Ridge”, protagonizada por Andrew Garfield, Sam Worthington y la propia Palmer, llegará a los cines en noviembre, en plena campaña previa a los Óscar, y la intérprete considera que se trata de una película “necesaria hoy día” por su gran mensaje sobre la violencia.
La cinta narra la historia del médico Desmond Doss (Garfield), que sirvió en el ejército durante la batalla de Okinawa (Japón) y que se convirtió en el primer objetor de conciencia de Estados Unidos.
Finalmente fue condecorado con la Medalla de Honor, la máxima condecoración entregada en las Fuerzas Armadas.
“Este hombre eligió la paz en vez de la violencia en medio de la guerra. No llevaba armas y se convirtió en un héroe de guerra. Es una metáfora preciosa y espero que le encante a la gente”, indicó Palmer, quien no dudaría en volver a trabajar con Gibson.
“Fue fantástico. Me parece una persona preciosa que ama a su familia y a quien le apasiona el cine. Sabe conectar con la gente y te dedica todo su tiempo, da igual que seas actor, empleado del cáterin o asistente de producción. Esas cosas, por desgracia, no le convierten en noticia”, manifestó.
“Me gustaría que el Periodismo fuera más responsable e hiciera hincapié en el lado positivo de la gente”, reconoció la intérprete de 30 años, “en vez de centrarse en los dramas y los sensacionalismos».
Una misión muy diferente, la de probar su magnetismo en taquilla como protagonista, es a la que hará frente Palmer a partir del próximo viernes con “Lights Out”, un nuevo producto terrorífico apadrinado por James Wan, el rey actual del género.
El filme cuenta cómo el pequeño Martin (Gabriel Bateman) experimenta las mismas visiones que antaño sufrió Rebecca (Palmer), su hermana mayor, quien, tras haber dejado atrás esas pesadillas, se da cuenta de que debe afrontar unos demonios que tienen que ver con el pasado de su madre (Maria Bello).
Esas visiones se presentan en forma de siniestras siluetas únicamente con la luz apagada. “Me encanta el terror. Siempre me ha obsesionado, desde que era niña. Especialmente lo que tiene que ver con fantasmas.
El guión es oscuro y apasionante. Es mucho más que una historia de miedo. Habla de las enfermedades mentales como si fueran entes capaces de adueñarse de alguien por completo”, explicó. “Por desgracia”, subrayó, “me vi identificada en ello».