¿Tienes cáncer de piel? Conoce cómo protegerte del sol

 ¿Tienes cáncer de piel? Conoce cómo protegerte del sol

Detectado a tiempo, el cáncer de piel es curable en la mayoría de los casos (Shutterstock)

En los últimos 30 años más gente desarrolló un cáncer de piel que cualquier otro tipo de cáncer. Es el tipo más común en el ser humano y una de sus causas más importantes es la exposición al sol sin protección, así como a las camas solares.

Otras causas menos frecuentes son la exposición repetida a rayos X, la presencia de cicatrices por quemaduras severas, la exposición ambiental al arsénico y antecedentes familiares de cáncer de piel.

Como el daño solar es acumulable, las exposiciones reiteradas e indiscriminadas producen a largo plazo un envejecimiento prematuro, lesiones precancerosas y cáncer de piel.

Lee más: Los cáncer de piel más frecuentes

Prevención

Según recomienda el Ministerio de Salud, son fundamentales las siguientes medidas preventivas:

-Evitar la exposición al sol entre las 10 y las 16 hs

-Durante el verano: cubrirse con ropa, sombrero y anteojos de sol. Evitar el uso de ropa de colores oscuros

-Utilizar protector solar de más de 30 FPS (Factor de Protección Solar)

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El protector solar debe proteger contra los rayos UVB y UVA y lo recomendable es usar uno con FPS superior a 30 (Shutterstock).

-Proteger especialmente a los niños del sol. Los bebés menores de 1 año deben evitar completamente la exposición

¿Cuáles son las primeras señales de posible cáncer de piel? ¿A qué prestarle atención?

– En primer lugar, hay que prestarle atención a cualquier cambio de coloración, textura, elevación o depresión en la piel.

Normalmente, las personas poseen numerosos lunares. Ellos pueden haberse desarrollado en la niñez, adolescencia o en la edad adulta; algunos son de nacimiento. Conocerlos y seguir su evolución es importante. Cualquier cambio puede ser un signo de alarma.

Sugerimos muchísima importancia a los siguientes signos:

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El daño solar es acumulativo; lo ideal es evitar las quemaduras solares desde la niñez (Shutterstock).

– Las lastimaduras o úlceras que sangran y no cicatrizan.

– Manchas rosadas o áreas irritadas que no desaparecen.

– Bultos rosados de bordes elevados que crecen lentamente.

– Protuberancia o crecimiento de piel brillante.

– Cicatriz blanca donde no hubo lesión anterior.

– Suele decirse que el daño solar es acumulativo. ¿Tiene más riesgo alguien que de joven no se cuidó (por ejemplo tomó cama solar) y empieza a hacerlo más tarde?

– Es verdad que el daño es acumulativo; la piel tiene memoria del daño que sufrió desde que se nace. Lo ideal es evitar las quemaduras solares en la niñez y adolescencia, evitar la exposición a camas solares que en algunos países vecinos están prohibidas- y en caso de estar al aire libre, usar los distintos métodos de prevención.