Día Internacional para la Tolerancia: 10 consejos para dominar el carácter

Día Internacional para la Tolerancia: 10 consejos para dominar el carácter

Tolerancia (Fuente externa)

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) declaró a 1995 como el Año de las Naciones Unidas para la Tolerancia, y organizó una campaña mundial con el fin de fomentar y recuperar este valor que ?especialmente en las grandes urbes? parece haber caído en desuso.

Inspirado en el impulso de dicha campaña, en Diciembre de 1996 se proclamó el Día Internacional de la Tolerancia, que se celebra cada 16 de noviembre mediante actividades dirigidas a entidades educativas y al público en general.

La Conferencia General de la UNESCO estableció que «el desarrollo de la tolerancia y la confianza en las diversas comunidades no se logra de la noche a la mañana» y que la intolerancia «suele tener sus raíces en la ignorancia y el temor: temor a lo desconocido, al «otro», a «otras culturas, religiones y naciones» o «en un sentimiento exacerbado de autoestima».

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El enojo se puede expresar de múltiples formas (iStock)

Por eso, en el marco de una iniciativa que pretende ser global,  Empieza por tener en cuenta estos 10 consejos para manejarla:

1. Pensar antes de hablar

En el calor del momento, es fácil decir algo de lo que más tarde te arrepentirás. Tomate unos momentos para ordenar tus pensamientos antes de decir nada, y permití que el resto de las personas implicadas en la situación hagan lo mismo.

2. Una vez que te calmaste, expresar tu enfado

Apenas empieces a pensar con claridad, expresa tu frustración de manera firme, pero sin confrontaciones. Explica cuáles son tus preocupaciones y necesidades de manera clara y directa, sin herir a los demás ni intentar controlarlos.

3. Hacer ejercicio

La actividad física puede ayudarte a reducir el estrés capaz de irritarte. Si sentís que te sigue subiendo la mostaza, salí a dar una caminata enérgica, a correr, o ponete a practicar cualquier otra actividad física que disfrutes.

4. Aislate un rato

La técnica del aislamiento temporal no es solo para los niños. Tomá descansos cortos durante los momentos del día que suelen ser estresantes. Pasar un rato en calma puede hacer que te sientas mejor preparado para manejar lo que tenés delante, sin irritarte ni enfadarte.

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Las 10 técnicas que deben aplicarse para no enfadarse tanto (Shutterstock)

5. Identificar posibles soluciones

En lugar de centrarte en lo que te enfadó, esforzate en resolver el problema que tenés entre manos. ¿Te enloquece el desorden en la habitación de tu hijo? Cerrá la puerta. ¿Llega todas las noches tarde tu pareja a cenar? Fijá la hora de la cena para más tarde o llegá al acuerdo de que comerás solo algunas veces por semana. Recordá que el enfado no arreglará nada y podría empeorar la situación.

6. Siempre hablar en primera persona y decí «yo»

Para evitar criticar o culpar (lo que posiblemente solo aumenta la tensión), hablá en primera persona cuando expliques el problema.

Sé respetuoso y específico. Por ejemplo, decí: «Yo estoy enfadado porque te levantaste de la mesa sin ofrecerte a ayudar con los platos», en lugar de decir «Vos nunca hacés nada en la casa».

7. No albergues resentimiento

El perdón es algo muy poderoso. Si dejás que la ira u otros sentimientos negativos desplacen a los positivos, podés verte absorbido por tu propia amargura o por una sensación de injusticia.

Pero si podés perdonar a quien te hizo enfadar, quizás ambos aprendan algo de la situación. No es realista esperar que todo el mundo siempre reaccione exactamente como vos querés.

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La exigencia en ámbitos laborales, familiares o sociales puede detonar ira (Shutterstock)

8. Usar el humor para liberar la tensión

Restarle seriedad al asunto puede ayudar a dispersar la tensión. Dejá que tu sentido del humor te ayude a enfrentar lo que te está enojando y, posiblemente, cualquier expectativa no realista que tengas de cómo deberían ir las cosas.

Sin embargo, evitá el sarcasmo, porque podría herir los sentimientos y empeorar las cosas.

9. Practicar técnicas de relajación

Cuando tu carácter salga a flote, poné a trabajar tu capacidad de relajación. Practicá ejercicios de respiración profunda, imaginá una escena relajante o repetí alguna palabra o frase tranquilizante, como «tómalo con calma».

También podrías escuchar música, escribir un diario o hacer un poco de yoga, lo que necesites para fomentar la relajación.

10. Aprender cuándo debés buscar ayuda

Aprender a controlar la ira es un reto para todos, en su momento. Considerar buscar ayuda si ante un problema te parece que tu carácter se descontrola, te mueve a hacer cosas de las que te arrepientas o herís a quienes te rodean.

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