Con “Macondo en Santo Domingo”, José Cestero; el Centro Cultural Banreservas; la Fundación Verónica Sención y la Fundación Gabo, materializan desde las artes plásticas y visuales una celebración inédita y memorable del legado de García Márquez y su magistral novela “Cien años de soledad”, aporte paradigmático del más genial vidente de Aracataca a la cartografía literaria del Nuevo Mundo y cuyo influjo universal le aseguraría el Premio Nobel de Literaturaen 1982…

Desde la mañana del pasado jueves 25 de octubre, el Centro Cultural Banreservas, presenta la exposición “Macondo en Santo Domingo”, cálida ofrenda estética y poética que el genial y consagrado artista dominicano José Cestero (1937), materializa como infuso y espléndido tributo al Premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014).

La muestra, conformada por 24 obras de exquisita factura estética se despliega en la sala Ada Balcácer del CCBR y nos revela ipso facto el abrazo subliminal de estos dos geniales fabuladores del delirio, así como la efusiva celebración pictórica de los episodios, escenarios, pasajes, personajes y trances favoritos de José Cestero en la ingeniosa taumaturgia que García Márquez cristaliza en su insuperable novela “Cien años de soledad” (1967).

“Macondo en Santo Domingo. Homenaje a Gabriel García Márquez”, trasluce un particular momento de brillantez creativa en la obra pictórica de José Cestero. Este momentose proyecta de manera notable desde suproductiva colaboración con su amiga, admiradora y mecenas Verónica Sención. Precisamente, ya en el 2005, Verónica y Cestero se combinan al celebrar el 400 aniversario de la primera edición de “El Ingenioso Hidalgo Don Quixote de la Mancha” (1605), con una muestra que reunió más de 60 obras, inspiradas en los pasajes y personajes clave de la obra cumbre de Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616).

Avisada de la adictiva aplicación de José Cestero a las poéticas del desquicie y ante los primorosos efectos de su mística y cuántica dialéctica con “El Príncipe de los Ingenios”, ¿acaso no era previsible que Verónica Sención confiara a nuestro más extasiado imaginero del absurdo cotidiano y lo real maravilloso, el trabajo límite de invocar y resucitar las almas desatadas de los fundadores, cartógrafos, héroes, matriarcas, vírgenes, milagreros, agonistas, amadores y figurantes más radicales de Macondo, al celebrar en Santo Domingo el primer medio siglo de Cien años de Soledad?

José Cestero traspasa otra vez los umbrales del exceso y la sorpresa con una demostración tope de su genialidad creadora al reedificar, redimir y resignificar a Macondo como otro lugar; como espacio híbrido, mixtificado, heterotópico y hechizado, transfigurando los tiempos, trayectos, enigmas, sortilegios y estupores vitales de los “macondianos” como gracioso teatro del sueño, portátil, reversible, alucinatorio y dilatador de esa sugestiva suspensión de incredulidad que estalla en sus territorios de la ficción y el delirio.

García Márquez, definiría a Macondo como “un estado mental”. Y José Cestero, prueba esta verdad rizomática con la libertad formal y la gracia expresiva con que solo él puede hacerlo en obras de gracia inevitable como las tituladas “Legada de José Arcadio Buendía y Úrsula Iguarán a Macondo”; “Fusilamiento de José Arcadio en Macondo”; “El Gabo y Úrsula Iguarán por las calles de Macondo”; “Autorretrato de Cestero junto al Gabo en un parque de Macondo o Canta la Rana”; “Retrato de Gabo y sus mariposas amarillas” y “El Gabo y Úrsula Iguarán en la biblioteca del sabio catalán en Macondo”.
“Macondo en Santo Domingo” ha desbordado los términos propositivos de José Cestero y Verónica Sención al festejar la admirable genialidad creadora y el legado trascendental de García Márquez, resultando un evento cultural, humanístico y sumatorio de diversas actividades reflexivas y educativas como encuentros con los medios de comunicación, conferencias, coloquios y visitas guiadas a la exposición.

En este sentido, vale destacar la presencia en Santo Domingo de Jaime Abello Banfi, presidente de la Fundación Gabo y del curador Eduardo Marceles Daconte, reconocido estudioso de la obra literaria de Gabriel García Márquez. Durante su encuentro con ejecutivos y periodistas del Grupo de Comunicaciones Corripio, así como en sus disertaciones de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña y el CCBR, Jaime Abello Banfi compartió reflexiones y revelaciones de impacto positivo para los ámbitos mediáticos, académicos y culturales del país.

Así, esta memorable celebración de “Macondo en Santo Domingo”, proyecta las relaciones fraternas entre Colombia y República Dominicana a través del arte y la cultura en un momento de altura y vitalidad elocuentes, gracias a la visión sensible y resuelta de Samuel Pereyra Rojas, administrador general de Banreservas, y Wilson Rodríguez, gerente general de Relaciones Públicas. La entusiasta y efectiva participación de Mijaíl Peralta Rodríguez, director del CCBR, y Darío Villamizar, embajador de Colombia en nuestro país, también han sido clave para el éxito de esta entrega.

El diseño museográfico de “Macondo en Santo Domingo” estuvo a cargo del reconocido arquitecto y artista visual Raúl T. Morilla, asistido por Raulina Capellán y Diego Medina, líderes del equipo museográfico del CCBR. Samanta Sánchez ha estado brillante en el diseño de la imagen y el catálogo. Ylonka Nacidit Perdomo y Guadalupe Casasnovas aportaron la documentación. El CCBR se localiza en la calle Isabel La Católica 202 de la Ciudad Colonial. La muestra estará abierta hasta el 19 de noviembre de lunes a domingode 9:00 de la mañana a 9:00 de la noche.