Una turba asaltó la sede de Cáritas en Les Cayes, en el suroeste de Haití, de donde se llevaron todos los suministros de ayuda humanitaria almacenados, así como los equipos informáticos de las oficinas, que dejaron destrozadas, informaron este sábado desde la organización.
Juan Manuel Díaz Parrondo, representante de Cáritas, relató a Efe que cientos de manifestantes que participaban en una protesta contra el Gobierno haitiano saquearon las instalaciones de Cáritas en la citada localidad, donde funcionan las oficinas administrativas y un almacén de alimentos para labores sociales.
Cuando se produjo el asalto, en la tarde del viernes, “la sede estaba cerrada a causa de los disturbios en estas y otras ciudades del país, y no ha habido daños personales entre el equipo de trabajo”, aunque las oficinas han quedado inutilizadas.
Díaz Parrondo señaló que los asaltantes “se llevaron todo lo que había en el almacén”, tanto alimentos como medicinas y materiales como planchas de zinc para tejados, así como las motocicletas con las que el personal visita los proyectos que la organización desarrolla en la zona.
Asimismo, los manifestantes “rompieron los cristales y pincharon las ruedas de los vehículos”, en una acción que se prolongó durante más de una hora, sin que la Policía apareciera en ningún momento para detenerlos.
Según el representante de Cáritas, “las pérdidas ascienden a varias decenas de miles de dólares” y la distribución de ayuda no se podrá retomar hasta final de año. Cáritas ejecuta proyectos de ayuda a los más pobres en esta provincia en el ámbito de la salud, generación de empleo y reconstrucción de comunidades que quedaron afectadas tras el paso del huracán Matthew en 2016.
Además, Cáritas Española financia en Les Cayes un proyecto de fomento agrícola y desarrollo de ganadería para familias de alta vulnerabilidad en zonas rurales, iniciativa por la que hace tres semanas un equipo de la entidad visitó la sede objeto del saqueo.
La situación política en Haití se ha deteriorado en los últimos meses por una devaluación de más del 70 % de la moneda local, agravada por la escasez de combustibles en el país entero, y la corrupción política, lo que ha provocado fuertes protestas solicitando la dimisión del presidente del país, Jovenel Moise.
La de este viernes ha sido una de las protestas más multitudinarias en años, con una serie de marchas convocadas por la oposición para exigir la renuncia del presidente Moise, que degeneraron en actos violentos en Puerto Príncipe y otras ciudades.
En estas dos semanas, al menos cuatro manifestantes han muerto en las manifestaciones, sin contar la jornada de este viernes, según reconoció el jueves el portavoz de la Policía, Garry Desrosiers.