Cientos de pescadores que tenían su punto de operaciones en la entrada del barrio La Ciénaga, Distrito Nacional, fueron reubicados de manera provisional por la Unidad Para la Readecuación de Barrios y Entorno (Urbe) para luego ser reubicados en la Plaza del Pescador, dentro del proyecto Nuevo Domingo Savio que se levanta en la zona.

También un puesto de La Armada que funcionaba en la entrada del sector fue trasladado y ahora funciona en un furgón junto a donde se encuentran los pescadores.

Los pescadores ahora cuentan con un pequeño atracadero provisional, donde funcionaba el parque Las Ballenas, así como en nueve furgones preparados para recibir las pequeñas embarcaciones y vender al público.

El arquitecto Jesús Díaz Féliz, encargado de Asuntos Urbano de la URBE, explica que la Plaza de los Pescadores nace con el objetivo de afianzar y potenciar la actividad en la zona de Domingo Savio.

Propone generar espacios de estacionamiento de embarcaciones, para equipos y utensilios de pesca y locales para la venta de pescados, sea crudo o cocido.

Precisa que el modelo se plantea de modo que pueda alojar la actividad en su actual escala en la zona de intervención, pero que también permita su expansión.

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Datos

La Plaza contará entre seis y 12 locales para la venta de pescado, un muelle de yola, entre 6 y 9 cuartos fríos, espacios cerrados para almacenamiento de utensilios de pesca.

Ramón Tiburcio, con 46 años dedicado al oficio de la pesca, narra que debido a la intervención de Urbe para dar paso al proyecto Nuevo Domingo Savio.

Las ventas han bajado considerablemente, por las dificultades y el miedo de los clientes de llegar hasta donde se encuentran en estos momentos, 300 metros más adentro del barrio.

No obstante, afirma que una vez se construya la Plaza los clientes volverán y la vida de quienes se ganan la vida en el oficio mejoraría considerablemente.

Indica que se meten mar adentro hasta 60 millas para poder capturar buenos peces como atún, dorado, marlin azul, guatapaná y otros.

Expone que salen, por ejemplo, a las 5:00 a.m. y regresan al atracadero 12 y 15 horas después, por lo que no se trata de una labor fácil para quienes se dedican a ella.

De su lado, Grabiel Suero, quien se dedica a la pesca de balsa, se sumerge hasta 50 millas mar adentro, valora como positivo el proyecto del gobierno a través de Urbe, para construir la Plaza del Pescador, lo que asegura mejores condiciones.

Estima que además de la Plaza, las autoridades deberán dotarlos de botes nuevos para poder llegar más lejos con la mayor seguridad posible.

Cree vendrán tiempos mejores.