Factores ligados a la parte eléctrica son la principal causa de incendios reportados en el Distrito Nacional.
El regulador debe asegurarse de la calidad de los materiales que se comercializan y de su adecuada instalación para evitar accidentes eléctricos
La información ofrecida por el Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional de que en el territorio a su cargo la mitad de las emergencias corresponden a diversos tipos de incendios, siendo los materiales eléctricos utilizados, la sobrecarga o su instalación la principal causa, revela la importancia de que este mercado sea adecuadamente regulado, como ha sido demandado en múltiples ocasiones por empresas dominicanas de bien ganada reputación.
Son muchas las denuncias hechas en el país sobre uso de materiales de baja calidad o de su inadecuada instalación, pero a pesar de que se han producido tímidos avances para superar esa situación, lo cierto es que es mucho lo que queda por hacer.
Lo ideal sería que el comprador del material eléctrico pueda asegurarse de la calidad que la marca ofrece, pero parte de los materiales eléctricos que se comercializan en el mercado provienen de fábricas no especializadas que no suelen ofrecer garantía. Los productos eléctricos deben contar con una garantía de funcionamiento, algo que solo es ofrecido por marcas de calidad de renombre.
Además, como muchas veces el comprador no tiene los cocimientos para enfocarse en estas garantías o o se concentra en el incentivo del precio más bajo frente al precio del producto de mayor calidad con el que compite, termina por adquirir un producto de baja calidad.
Y cuando se tiene a un comprador consciente y responsable que no se deja atraer solo por el precio y toma en serio el tema de la calidad, muchas veces se corre el riesgo de que comprador contrate para la instalación a una persona o empresa no certificada que lleva a cabo una instalación inadecuada.
Es aquí que toma importancia la existencia de un regulador que asegure la calidad de los productos que se ofrecen en el mercado eléctrico y de que su instalación también sea llevada a cabo por personas o empresas certificadas, para evitar incidentes que puedan poner en riesgo la propiedad y hasta vidas humanas. Esta función debe ser asumida por la Superintendencia de Electricidad, apoyada en el Código Eléctrico, que debe ser actualizado y de estricto cumplimiento.
Y debe contarse con un laboratorio eléctrico que dé garantías inequívocas sobre la calidad de los materiales eléctricos, evitando accidentes con consecuencias que pueden terminar siendo traumáticas.