Miles de personas empezaron a cruzar a Colombia para comprar medicinas y alimentos después que el presidente venezolano Nicolás Maduro reabrió un cruce fronterizo cerrado desde hace casi cuatro meses.
Largas colas de venezolanos se formaron en dos puentes internacionales cerca de Cúcuta para mostrar sus documentos de identidad a las autoridades colombianas. Guardias fronterizos venezolanos de uniformes verdes ayudaban a mantener el orden.
El gobierno venezolano cerró las fronteras con Aruba, Bonaire, Curaçao, Brasil y Colombia a fines de febrero cuando la oposición política intentó introducir toneladas de ayuda humanitaria al país.
La mayor parte de la ayuda provino de Estados Unidos, un aliado crucial del dirigente opositor Juan Guaidó, quien se declaró presidente legítimo en enero. Pero Maduro la denunció como una violación de la soberanía y prohibió su ingreso.
En mayo, el gobierno reabrió las fronteras con Aruba y Brasil, pero los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander con Colombia permanecieron cerrados hasta el presente. Una marea de gente aprovechó la reapertura para entrar a Colombia y comprar bienes casi imposibles de encontrar en Venezuela.
La otrora rica nación petrolera sufre una grave escasez de productos básicos y una hiperinflación estimada en más de 10 millones por ciento para este año por el FMI. Las sanciones estadounidenses sobre las exportaciones de petróleo han agravado el caos.
Unas 5.000 personas abandonan el país diariamente, según la agencia de la ONU para los refugiados. El sábado, la enviada especial de la ACNUR, Angelina Jolie, se encontraba en otro sector de la frontera colombo-venezolana para conocer la situación de los migrantes y generar conciencia sobre sus necesidades.
La actriz prevé reunirse luego con socorristas y venezolanos y recorrer un campamento de carpas instalado por la ONU en la región colombiana de La Guajira. La ACNUR dijo el viernes que 4 millones de venezolanos, casi el 15% de la población, han abandonado el país.
También dijo que el número de refugiados y migrantes venezolanos aumentó en 1 millón a partir de noviembre, reflejo del rápido deterioro de las condiciones de vida y la intensificación del conflicto entre el gobierno de Maduro y l oposición.