El presidente Danilo Medina anunció ayer una series de medidas entre las que se encuentra que el horario de toque de queda, a partir del nuevo período de emergencia, será de lunes a sábados de 7:00 de la noche hasta las 5:00 de la mañana; mientras que los domingos el horario será de 5:00 de la tarde hasta las 5:00 de la mañana.
En un discurso a la nación explicó que para la reapertura de la economía en medio de la situación que se vive con el COVID-19, se creó un plan que consta de varias fases, la primera inicia este miércoles 20 de mayo del presente año.
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Empresas podrán abrir. Las microempresas, que pueden tener hasta 10 empleados, podrán trabajar hasta 5 empleados o no más del 50% del personal; mientras que en las pequeñas, que son aquellas de entre 10 y 50, podrán trabajar un mínimo 10 personas y no más del 50% de sus empleados.
Las empresas medianas y grandes deberán operar, como máximo, con el 25% del personal en la primera fase.
En el caso del sector público comenzará a laborar también con el 50% del personal, quedando autorizados los incumbentes a incrementar ese porcentaje si las necesidades así lo demandan.
Trasporte. El presidente Medina dijo que a partir de la misma fecha comenzará a operar únicamente el transporte público estatal, es decir, Metro, Teleférico y OMSA, en horario de 6 de la mañana a 6 de la tarde.
“Este transporte operará aproximadamente al 30% de su capacidad y el uso de mascarillas será obligatorio en todo momento. Además, los usuarios deberán permanecer distanciados y en silencio, evitando socializar dentro de los mismos”, puntualizó.
Resaltó que la circulación de las unidades de transporte colectivo privadas se activará en la fase siguiente, de acuerdo a como vaya evolucionando la situación.
Nuevo Programa. Medina anunció el programa “Pa’ Ti”, dirigido a los trabajadores independientes que no han podido laborar por las medidas de distanciamiento social impuestas por la pandemia del COVID-19.
A esos trabajadores se les facilitará una transferencia transitoria mensual de 5,000 pesos a sus cuentas bancarias.
“Para ubicarlos, hemos identificado una base de datos de personas con esta condición y que tienen préstamos con el sistema financiero formal”, expuso Medina.
El jefe de Estado insistió en que solo la responsabilidad compartida permitirá que cada etapa se vaya desarrollando en el proceso de desescalada que se ejecuta, sin la necesidad de que se de un paso atrás.
A continuación el discurso íntegro:
Anuncio desescalada por fases.
17 de mayo de 2020
Pueblo dominicano,
Nuevamente, me dirijo a todos ustedes para hablarles de la evolución en nuestro país de la pandemia de COVID-19 y, sobre todo, para darles a conocer los próximos pasos que vamos a dar a la luz de las informaciones con que contamos en este momento.
Como saben, ya hace más de 2 meses que estamos haciendo frente a esta situación, sin precedentes en nuestro país y en el resto del mundo.
Durante estas largas semanas, que han sacudido a la humanidad como no lo había hecho ningún otro acontecimiento desde hace décadas, el virus ha llegado a infectar a más de 4.4 millones de personas y provocar más de 302 mil muertes.
Solo en Estados Unidos hay más de 1.5 millones personas infectadas, así como más de 89,000 fallecidas.
En este tiempo, nuestra prioridad siempre ha sido la misma: preservar la vida y la salud de los dominicanos y dominicanas.
Por eso, pusimos en marcha todas las medidas que ya conocen, para frenar el contagio y garantizar que los servicios de atención pudieran dar la mejor respuesta a cada paciente. Para evitar, a toda costa, el colapso que han vivido otros países y que sigue costando vidas diariamente.
En este contexto, el pueblo dominicano ha dado enormes muestras de solidaridad, responsabilidad y disciplina.
Millones de personas se quedaron en casa; se paralizaron amplios sectores de la economía; se limitaron los desplazamientos y fuimos capaces de poner en suspenso la vida social que tanta alegría y sentido nos da como pueblo.
Y lo cierto es que ese enorme sacrificio ha tenido resultados. Después de más de dos meses de esfuerzo, podemos ver cómo nuestras acciones están dando sus frutos: Estamos frenando la epidemia; hemos ralentizado la expansión del virus. Y con todo esto, no lo duden, hemos salvado, miles de vidas.
Les comparto algunos datos que nos llenan de esperanza y agradecimiento hacia toda la población.
En nuestro país, el COVID-19 tarda ahora 20 días en duplicar la cantidad de contagiados confirmados, cuando al comienzo del estado de emergencia duraba entre 4 y 5 días.
Para que se hagan una idea, en otros países de la región, tarda menos de 12 días en duplicar el número de casos.
Se calcula que en este momento, por cada contagiado tendríamos entre 1.2 y 1.4 nuevos casos, cuando la tasa inicial era cercana a los 5 casos.
Pero no solo estamos viendo descender la velocidad de los nuevos contagios, sino que podemos decir que la tasa de mortalidad, es decir, la cantidad de fallecidos como porcentaje del total poblacional, asciende a 0.0039%, muy inferior a la registrada en la mayoría de países europeos y de nuestra región.
Del total de casos, hemos tenido en hospitalización cerca del 24% de los infectados, pero solo el 1.7% del total ha necesitado Unidades de Cuidados Intensivos (UCI), una cifra significativamente inferior al promedio del resto de países.
Además, 47 de cada cien personas contagiadas se han curado por completo, mientras que un alto porcentaje está en proceso de mejoría y confiamos que en los próximos días concluyan su recuperación.
Por tanto, como pueden ver, como país no solo hemos logrado atenuar el ritmo de contagio, sino también, mantener reducida la criticidad y letalidad del virus.
Al día de hoy la tasa promedio de letalidad mundiales es de 6.68%; en tanto que, la tasa de letalidad del continente americano es de 6.0% y al tiempo que, la tasa promedio de la República Dominicana al día de hoy se ha situado en 3.48%, muy por debajo del promedio mundial y regional.
Para que estos resultados fueran posibles, a lo largo de este periodo de emergencia, hemos aumentado la disponibilidad de camas, Unidades de Cuidados Intensivos y ventiladores mecánicos, así como el número de ambulancias especializadas para el transporte de pacientes con coronavirus.
Hemos designado un total de 1,888 nuevos empleados asistenciales y 395 empleados administrativos.
Además, estamos dando un seguimiento constante a todos los casos. Para ello, hemos coordinado más de 15,000 visitas domiciliarias con 150 brigadas, habilitamos plazas de aislamiento y hemos ampliado nuestro inventario de medicamentos, que se entregan de manera gratuita.
Simultáneamente, ampliamos la capacidad de nuestros laboratorios para realizar pruebas del coronavirus y cada día se hacen más pruebas rápidas y PCR.
Además, somos uno de los 11 países del mundo que realizan estas pruebas de forma totalmente gratuita, tanto en laboratorios públicos como privados.
Por todo esto, el Secretario General de la Organización de Estados Iberoamericanos señaló recientemente que la República Dominicana es de los países de las Américas que mejor ha respondido ante este reto.
Y lo hemos hecho, y lo seguiremos haciendo, actuando de manera simultánea en los cuatro frentes a los que hay que dar respuesta en nuestro país, me refiero a la situación sanitaria, social, económica y política.
Por eso quiero hacer nuevamente un especial reconocimiento a todo el equipo de salud, a nuestros militares, policías y demás servidores públicos, a los empresarios y trabajadores del sector privado que se han mantenido dando servicio. A nuestro liderazgo, político y social y, por supuesto, a toda la población dominicana que, cada uno cumpliendo con sus responsabilidades, han dado lo mejor de sí para enfrentar esta amenaza del COVID-19.
Pueden sentirse orgullosos, su esfuerzo no ha sido en vano, y ahora, debemos honrarlo manteniendo bajo control esta pandemia.
Porque, efectivamente, frenar la epidemia no es lo mismo que eliminarla. Eso solo será posible cuando el mundo cuente con una vacuna efectiva.
Por eso, tras haber logrado estos avances, nos disponemos a entrar de forma escalonada en una nueva fase, lo que hemos dado en llamar, “convivir con el COVID-19 de forma segura”.
Y lo hacemos también porque somos muy conscientes de que buena parte de nuestro tejido económico está formado por mipymes y trabajadores independientes, que están al borde de su capacidad de sobrevivencia por esta situación.
Sin embargo, esta transición se debe hacer de forma ordenada y gradual. Por eso, durante las próximas semanas seguirá siendo necesario mantener el estado de emergencia.
En este sentido, tras obtener la aprobación por parte del Congreso, he firmado el decreto que amplía por 15 días el estado de emergencia en todo el territorio nacional.
Asimismo, les informo que el Gobierno ha hecho llegar al Poder Legislativo el Cuarto Informe de Gestión del Estado de Emergencia, donde están consignadas todas las acciones realizadas en el último período.
De la misma forma, firmé el decreto que extiende el toque de queda por 15 días adicionales. Y quiero anunciar que el horario de este toque de queda será, a partir del lunes 18, de lunes a sábado de 7 de la tarde a 5 la mañana y los domingos a partir de las 5 de la tarde hasta las 5 de la mañana.
Antes de pasar a explicar las fases de la desescalada, es importante señalar que cada paso que demos dependerá estrictamente del comportamiento que muestre el anterior. Entre una fase y la siguiente nunca habrá menos de 14 días, tiempo suficiente para observar el desarrollo de la fase anterior y su impacto en la crisis sanitaria.
Es decir, si la fase 1 no se cumple con responsabilidad, no podremos pasar a la fase 2.
Además, debemos tener en cuenta que, aún si vamos avanzando en la apertura, durante todas las etapas que vendrán deberemos mantener, en todo momento, lo que se ha denominado primer y segundo nivel de prevención.
El primer nivel incluye el distanciamiento físico, evitar aglomeraciones, uso obligatorio de mascarillas, tanto en el trabajo, las calles o lugares públicos y lavado de manos.
Recordemos que ninguna otra medida reemplaza o elimina la necesidad de estas precauciones.
Estas son rutinas que deberán acompañarnos siempre en nuestra vida diaria. Se trata de un cambio cultural necesario que no tiene, por el momento, marcha atrás.
El segundo nivel de prevención es la cuarentena voluntaria para la población de mayor riesgo.
Esto quiere decir que deberán permanecer en sus hogares los mayores de 60 años y los pacientes crónicos o con enfermedades de riesgo.
Este segundo piso tampoco guarda relación con las medidas de desescalada y debe ser permanente, mientras no termine el brote de coronavirus.
Estas medidas de prevención son las que nos permitirán iniciar de manera escalonada y segura, la esperada reactivación de los sectores económicos.
A continuación les informo, ahora sí, de las nuevas medidas que comenzarán la próxima semana.
El gobierno ha previsto 4 fases de desescalada. En concreto, el próximo miércoles 20 de mayo se pondrá en marcha la primera fase. En ésta se permitirá operar parcialmente a las empresas de acuerdo a su tamaño y al número de empleados.
Así, en las microempresas, que pueden tener hasta 10 empleados, podrán trabajar hasta 5 empleados o no más del 50% del personal.
En las pequeñas, que son aquellas de entre 10 y 50, podrán trabajar un mínimo 10 personas y no más del 50% de sus empleados.
Mientras que las empresas medianas y grandes deberán operar, como máximo, con el 25% del personal en la primera fase.
Por su parte, el sector público comenzará a laborar también con el 50% del personal, quedando autorizados los incumbentes a incrementar ese porcentaje si las necesidades así lo demandan.
Informamos también que a partir de la misma fecha comenzará a operar únicamente el transporte público estatal, es decir, Metro, Teleférico y OMSA, en horario de 6 de la mañana a 6 de la tarde.
Este transporte operará aproximadamente al 30% de su capacidad y el uso de mascarillas será obligatorio en todo momento. Además, los usuarios deberán permanecer distanciados y en silencio, evitando socializar dentro de los mismos.
La circulación de las unidades de transporte colectivo privadas se activará en la fase siguiente, de acuerdo a como vaya evolucionando la situación.
Para evitar las aglomeraciones de las horas pico, se establece asimismo la obligatoriedad de horarios diferenciados.
A las 7 de la mañana comenzarían a operar los supermercados, farmacias, sector construcción, industria y empresas de transformación, incluidas las zonas francas de exportación. También iniciarán a esa hora la minería y las canteras, la actividad agropecuaria y agroindustrial y la actividad en puertos y aeropuertos, que seguirán recibiendo únicamente transporte de carga y vuelos ferry.
A las 8 comenzarán a trabajar los empleados del sector público.
Y a las 9 de la mañana entrarían en funcionamiento otros comercios como ferreterías, concesionarios de vehículos, talleres, sector financiero, tiendas de muebles y electrodomésticos, tiendas de tejidos y confección, etc. Además del sector servicios.
Cabe resaltar que durante esta fase se mantienen cerradas las fronteras tanto marítimas como terrestres y aéreas.
En todos los sectores, sin excepción, la vuelta al trabajo irá acompañada de la aplicación de protocolos obligatorios de prevención.
Se ha establecido un protocolo general, en consenso con el sector privado, que ya se ha estado preparando para este momento, que incluye, además, de las medidas de distanciamiento, higiene y prevención, la realización de pruebas de COVID-19 y toma de temperatura.
Asimismo, se han establecido protocolos específicos para los diferentes sectores, adaptados a cada una de las actividades. Los detalles de cada uno de estos protocolos serán hechos públicos puntualmente por la Comisión de Alto Nivel en las próximas horas.
Insisto, de la correcta aplicación de estas medidas dependerá que podamos seguir avanzando en las siguientes fases de la desescalada y el Gobierno será estricto en su aplicación.
Por esta razón, las autoridades también tienen instrucciones estrictas de vigilar permanentemente y actuar con rigor en caso de incumplimiento de las medidas establecidas, pudiendo llegar a arrestar a los infractores y cerrar los establecimientos con autorización para operar, que no cumplan con las medidas de distanciamiento social e higiene.
Así, si todo evoluciona favorablemente, el miércoles 3 de junio podría iniciar la fase 2.
Cabe resaltar que por el momento se está contemplando únicamente el regreso al trabajo, pero aún no estamos en condiciones de hablar de una fecha de reapertura para las actividades que involucran alta densidad de personas.
Por tanto, no se abrirán aún los espacios de entretenimiento o recreación, como cines, teatros, gimnasios, eventos artísticos, deportivos y culturales. Así como marchas, mítines y caravanas, plazas comerciales, juegos de azar y el sector hotelero, entre otros. Asimismo, los restaurantes continuarían abiertos solo para pedidos y entregas a domicilio.
En cuanto a los centros educativos, permanecerán cerrados por el momento y deberá reunirse el Consejo Nacional de Educación para dictaminar las nuevas fechas del calendario escolar y establecer las estrategias a seguir para el futuro.
Por su parte, el Mescyt informará las disposiciones futuras para las instituciones de educación superior.
En las próximas horas la Comisión de Alto Nivel explicará en detalle el contenido de las cuatro fases de la desescalada.
Dominicanos y dominicanas,
Entendemos que esta desescalada, que ahora comienza, contribuirá a aliviar la situación económica de cientos de miles de familias y reactivar paso a paso la economía.
Afortunadamente, logramos llegar hasta aquí sin cerrar completamente la actividad económica, y entendemos que esto permitirá una recuperación más rápida, porque siguieron funcionando sectores claves como el energético, combustibles, minería, telecomunicaciones, la cadena completa de producción y distribución de alimentos, la cadena de producción y distribución de medicamentos y de manera parcial las zonas francas, todo el sector agropecuario, así como los puertos marítimos, entre otros.
Sin embargo, como también somos conscientes de que muchos hogares aún siguen en dificultades, hoy quiero anunciar nuestra decisión de seguir apoyando a la población.
En este sentido, la Comisión para Asuntos Sociales que está haciendo llegar alimentación a las familias más vulnerables, continuará haciéndolo al mismo ritmo. No dejaremos a esas familias solas, pueden estar seguros.
Asimismo, hemos decidido ampliar durante un mes más todos los planes de apoyo a los hogares. Es decir, que tanto el programa Quédate en Casa, como el programa FASE, continuarán activos durante el mes de junio.
Además, en el caso de FASE hemos decidido flexibilizar algunas disposiciones, para poder apoyar a más trabajadores.
Como quizás recuerden, hasta ahora para que una empresa pudiera incluir sus empleados en FASE 2 no podía tener un solo trabajador suspendido. Sin embargo, a solicitud de las asociaciones empresariales, hemos decidido que a partir del 1 de junio una misma empresa pueda tener trabajadores suspendidos acogidos a FASE 1 y trabajadores con contratos de trabajo activos, acogidos a FASE 2.
Esta decisión se toma porque esperamos una recuperación de la demanda de bienes y servicios, que permitirá aumentar la plantilla de trabajadores activos y revocar su suspensión. Así, gracias al alivio en los costos de nómina que supondrán esas ayudas, incentivamos que el trabajador vuelva a recibir su salario completo y realizar su cotización completa a la Tesorería de la Seguridad Social (TSS).
En adición, hemos decidido incorporar al programa FASE, en cualquier de sus modalidades, a los trabajadores de medios de comunicación, restaurantes, heladerías, centros de odontología y estética, empresas de seguridad privadas y veterinarias, entre otros sectores. De igual forma, permitiremos que los trabajadores de las universidades puedan acogerse a la modalidad de FASE 2.
Con los programas FASE y Quédate en Casa hemos llevado apoyo a más de 2.3 millones de hogares dominicanos.
Sin embargo, como nuestro objetivo sigue siendo que nadie quede desamparado, hoy les anuncio un nuevo programa de apoyo a los trabajadores independientes (“Pa’ Ti”).
El programa Pa’ Ti está dirigido a esos trabajadores que día a día se ganan el sustento de sus familias en negocios independientes y que no han podido trabajar por las medidas de distanciamiento social impuestas por la pandemia.
A esos trabajadores se les facilitará una transferencia transitoria mensual de 5,000 pesos a sus cuentas bancarias.
Para ubicarlos, hemos identificado una base de datos de personas con esta condición y que tienen préstamos con el sistema financiero formal.
Cabe señalar, que, al igual que en los demás programas creados para paliar la situación generada por el COVID-19, no recibirán el aporte de Pa` Ti aquellos trabajadores independientes elegibles que ya están siendo beneficiarios por cualquier otro programa, especialmente por el programa Quédate en Casa.
Amigos y amigas,
Quisiera dirigirme a las decenas de miles de dueños de micro y pequeñas empresas, que generan cientos de miles de empleos y que constituyen una parte fundamental del tejido económico dominicano. Sé que muchos de ustedes están pasando dificultades y preocupados por el futuro que se avecina.
Por eso, hemos acordado con el Banco Central, la Superintendencia de Bancos y la Asociación de Bancos Comerciales de la República Dominicana, la constitución de un Fondo de Garantías y Financiamiento para beneficiar a las Micro y Pequeñas Empresas.
Este fondo, junto a las demás medidas aprobadas por la Junta Monetaria, permitirá la canalización de decenas de miles de millones de pesos en préstamos a las micro y pequeñas empresas, tanto para refinanciar sus préstamos actuales en mejores condiciones, como para tener acceso a nuevos préstamos especializados.
Es decir, de esta forma no solo garantizamos recursos para las MIPYMES, sino que los obtendrán con tasas de interés más bajas.
Este fondo, que contará con el apoyo técnico de organismos multilaterales, permitirá avalar una cartera de hasta RD$125,100 millones de pesos, compuesta por préstamos actualmente vigentes y préstamos nuevos dirigidos a las pequeñas y microempresas.
En este esquema, el Gobierno estaría dando avales por hasta el 50% de la cartera elegida, mientras que la banca estaría asumiendo el 50% restante. Podrán beneficiarse más de 210,000 micro y pequeñas empresas que tenían préstamos comerciales con calificación de A y B al 29 de febrero de 2020 y que pertenecen a los sectores de comercio, construcción, turismo, enseñanza, manufactura, transporte, almacenamiento y agropecuaria, entre otros.
Adicionalmente, y en atención a la necesidad de aliviar el flujo de pagos de las pequeñas y microempresas, estamos instruyendo al Ministerio de Hacienda y la Dirección General de Impuestos Internos, para que estas empresas puedan liquidar el ITBIS producto de sus ventas diarias sobre una base trimestral, en lugar de mensual, como forma de quitarles presión en su flujo de efectivo.
En las próximas horas la Comisión Económica estará explicando en detalle todas estas medidas de apoyo a nuestro tejido productivo y nuestros trabajadores.
Pueblo dominicano,
El miércoles iniciamos una primera etapa en la que recuperaremos poco a poco espacios a la normalidad y entramos en lo que se ha dado en llamar “covidianidad”, es decir, nuestra vida cotidiana, en convivencia con el COVID-19.
Lo hacemos siguiendo las nuevas disposiciones de la OMS, que indican que la mejor estrategia es aprender a vivir con esta situación, para lograr ese deseado equilibrio entre preservar la salud y garantizar el bienestar de la gente, evitando el colapso económico.
Estamos transitando, pues, por una delgada línea; esa en la que no podemos poner en peligro la salud de todos, ni condenar a nuestros pequeños empresarios y trabajadores a la pobreza.
Por eso, debo insistir en que solo la responsabilidad compartida logrará que cada etapa pueda ir desarrollándose sin peligro y, así, podamos avanzar hacia la rápida recuperación de nuestra economía y nuestro bienestar, sin tener que dar pasos hacia atrás.
Y quizás lo más importante que debemos tener en cuenta en esta desescalada es que nuestra respuesta personal y familiar es más importante ahora que nunca.
Es decir, ahora más que nunca depende de cada uno de nosotros que las cosas salgan bien.
Les pido encarecidamente que no perdamos la perspectiva. Solo porque la pandemia no ha llegado a nuestro barrio o a nuestra familia no podemos creernos que somos inmunes. Recuerden que este virus ha acabado ya con la vida de 428 personas en nuestro país.
No podemos dejarnos llevar por el entusiasmo. Desde Chile a Alemania hemos visto numerosos ejemplos de países que, habiendo conseguido tasas muy bajas de reproducción del virus, han relajado demasiado rápido las aperturas y se han visto obligados a dar marcha atrás.
Por tanto, si vamos a reiniciar nuestras actividades, debemos hacerlo con la máxima responsabilidad, conscientes de los riesgos que este paso entraña.
No debemos bajar la guardia, al contrario. Este momento debe servirnos para ver lo importante que es cumplir con las medidas que hemos tomado. Para valorar lo que hemos logrado y no dejar que se pierda.
Por su parte, las autoridades de salud seguirán llevando a cabo, desde la plataforma integral de inteligencia epidemiológica del C5I, un monitoreo diario de la velocidad de contagio en cada lugar y, de acuerdo al comportamiento que se vaya observando, iremos tomando las medidas que se consideren necesarias.
Señoras y señores,
Les decía al principio que estamos dando respuesta a cuatro desafíos simultáneos. El desafío de mantener la epidemia bajo control, el desafío de reactivar al aparato productivo, el de seguir atendiendo las necesidades de la gente y, por último, el desafío político que supone garantizar que se realicen las elecciones presidenciales y congresuales previstas para el 5 de julio próximo.
Como saben, la situación de emergencia obligó a la Junta Central Electoral a posponer los comicios, para que así puedan celebrarse con las debidas garantías, tanto para la salud pública como para el ejercicio del derecho al sufragio de los ciudadanos.
El Poder Ejecutivo, por supuesto, acogió esta resolución de la Junta Central Electoral y estaremos apoyando todas las disposiciones que sean necesarias para que sea posible su celebración, de forma totalmente segura para la población.
Tenemos un compromiso con la democracia de nuestro país, con los plazos y procesos establecidos por nuestra Constitución y con el ejercicio de la soberanía popular por parte de la ciudadanía. De manera que, pueden estar seguros, pondremos todo de nuestra parte para que el pueblo dominicano pueda ejercer su derecho al voto, de acuerdo a los más altos estándares de transparencia y legitimidad.
Dominicanos y dominicanas,
El próximo 16 de agosto tendrán nuevas autoridades, las que la ciudadanía haya elegido libremente en las urnas.
Y esas nuevas autoridades tendrán el reto de salvaguardar, no solo la vida y la seguridad del pueblo dominicano, sino también el bienestar y la estabilidad que hemos logrado defender incluso ante la amenaza más grande del último siglo, que ha sido esta pandemia.
Vendrán nuevos y complejos desafíos: la protección de los más vulnerables tras la pandemia, el apoyo decidido a las mipymes, la completa reactivación de los sectores productivos, el futuro del turismo, la aceleración de la digitalización y el teletrabajo…
Y, sin duda, se hará más necesario que nunca contar con un liderazgo responsable, preparado, capaz y decidido, que ponga por encima de todo las necesidades del pueblo dominicano.
Confío plenamente en que, con la ayuda de Dios y con el apoyo de este pueblo que ha dado muestra de su madurez y sensatez, la República Dominicana saldrá adelante y saldrá fortalecida.
Pueblo dominicano,
Nadie pensaba que en esta fecha me encontraría hablándoles de esta pandemia. Todos esperábamos que esta fuera una jornada electoral y que estaríamos, como país, celebrando nuestra democracia, no administrando esta crisis.
Nadie imaginaba los sacrificios personales y económicos que nos veríamos obligados a realizar para superar esta situación.
Sin embargo, también la adversidad nos deja lecciones que son valiosas.
Esta pandemia nos ha mostrado lo importante que es la unión y la solidaridad de un pueblo. Nos ha recordado que, ante los grandes problemas, el “sálvese quien pueda” no vale, porque nadie puede ponerse a salvo solo. No importa si eres joven o anciano, hombre o mujer, rico o pobre. Todos dependemos de todos y necesitamos de todos.
Esta crisis nos ha enseñado también lo importante que es estar preparados.
Nos ha recordado que tener una red de salud pública capaz de dar respuesta es, ahora más que nunca, la diferencia entre la vida y la muerte. Y que contar con un equipo humano comprometido y capacitado, es lo único que garantiza una respuesta oportuna y eficiente.
Esta pandemia nos ha hecho ver claramente que un sector productivo capaz de alimentar a todo un pueblo es el sostén imprescindible de una nación, y debe priorizarse siempre.
Que contar con un sector empresarial y un liderazgo social responsable y con visión de país, es una condición indispensable para afrontar cualquier dificultad.
Que incorporar las tecnologías de la información a la gestión pública y a dar acceso a ellas a toda la población no es un capricho, sino una cuestión de primera necesidad.
En definitiva, esta crisis nos ha confirmado que nuestro país ha ido avanzando en el camino correcto, fortaleciéndose en unidad, convirtiéndose en una República Dominicana cada vez más justa, más solidaria, más moderna, más capaz de enfrentar cualquier dificultad, incluso ésta que nadie imaginaba.
No es el momento de celebrar aún la victoria frente al virus, por supuesto que no.
Pero sí lo es de hacer un breve repaso de lo que hemos vivido en estos últimos meses, revisar todo lo que se ha hecho, echar un vistazo a los resultados y, al menos, sentir un respiro de alivio, una brisa de esperanza, porque, entre todos, estamos haciendo un gran trabajo.
En los últimos dos meses los dominicanos hemos dotado de sentido nuevamente a palabras que parecían gastadas.
Palabras como solidaridad, fortaleza, responsabilidad. Palabras como entrega, servicio, sacrificio. Palabras como familia, amor, esperanza.
Hemos tenido que volver a pensar en lo que es realmente importante y separar claramente lo superfluo de lo imprescindible, lo accesorio de lo vital, lo urgente de lo que puede esperar.
En ese proceso, muchas cosas han cambiado en nuestro día a día. Ahora hablamos más seguido por teléfono con los seres que más queremos. Ya no dejamos para mañana esas cosas que antes parecía que podríamos hacer “en cualquier momento”. Volvemos a darle valor a los pequeños detalles, que antes dábamos por supuestos.
Muchos dicen que después de esta pandemia el mundo no volverá a ser el mismo, ninguno de nosotros volverá a ser el mismo… Y yo quiero creer que así será.
Porque después de todo esto descubriremos que somos mejores.
Mejores porque hemos aprendido de lo que somos capaces, en lo grande y en lo pequeño, en nuestro hogar y frente al mundo.
Mejores porque estamos logrando salir adelante, con entrega y con unión.
Mejores porque, con humildad y sacrificio, como nos enseña nuestro Dios Todopoderoso, lograremos salir fortalecidos, como nación y como pueblo.
Muchas gracias.
Buenas noches.