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¿Por qué duele más la ausencia en Navidad? Psicóloga explica

Durante la Navidad se intensifica la sensación de vacío, la soledad subjetiva -estar rodeado de personas y aun así sentirse solo- y una tristeza silenciosa que muchas veces se vive hacia adentro, aunque por fuera se intente aparentar alegría.

La Navidad suele ser difícil para quienes atraviesan la pérdida de un ser queridoFuente externa

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Socialmente, la Navidad se asocia con cercanía, risas, mesas llenas y familias reunidas. Es una época que invita a compartir, a estar juntos. Sin embargo, cuando se está lejos de los seres queridos o se ha perdido a alguien importante, esa ausencia suele doler con más fuerza en estas fechas.

Así lo explica la psicóloga María Grullón, quien señala que durante la Navidad se intensifica la sensación de vacío, la soledad subjetiva -estar rodeado de personas y aun así sentirse solo- y una tristeza silenciosa que muchas veces se vive hacia adentro, aunque por fuera se intente aparentar alegría.

“La Navidad, por sí sola, tiene una carga emocional muy intensa, y por eso suele reactivarse con mayor fuerza la sensación de ausencia, especialmente cuando hemos perdido a alguien”, explicó la especialista al periódico HOY.

Psicóloga María GrullónFoto cedida al periódico HOY

Grullón indica que este sentimiento no solo aparece tras la muerte de un ser querido, sino también cuando se vive lejos de la familia o fuera del país. Desde la psicología, esta vivencia se relaciona con distintos factores, entre ellos la activación de la memoria afectiva.

Cuando los recuerdos duelen más

Durante la Navidad, el cerebro conecta con recuerdos asociados a experiencias familiares y emocionales: cenas compartidas, pijamas iguales, un chocolate caliente para recibir la Nochebuena, la mesa llena o el bullicio de los reencuentros.

“Nuestro cerebro lo que recuerda son las emociones que te lleva a experimentar esa sensación de felicidad. Evidentemente cuando esta persona no está, ese contraste se vuelve más evidente”, explica Grullón.

En Navidad, una época para compartir, los recuerdos duelen más

En esta época también se activan las llamadas “figuras de apego”, aquellas personas significativas que marcaron nuestra vida. La nostalgia, las tradiciones y los rituales familiares funcionan como potenciadores emocionales del dolor, porque conectan directamente con el vínculo.

“No duele el recuerdo en sí, lo que duele es la distancia entre lo que estás viviendo ahora y lo que viviste antes”, puntualiza la psicóloga.

Incluso los estímulos sensoriales juegan un papel importante: olores, sabores o sonidos -como el aroma a chocolate, dulces o carne asada- pueden despertar emociones almacenadas en la memoria emocional.

La silla vacía y el silencio

La especialista explica que la Navidad se asocia al ruido, las risas y la conversación constante. Por eso, cuando aparece el silencio o una silla vacía en la mesa, no se percibe como calma, sino como ruptura.

El silencio duele más cuando se espera sonido”, afirma.

Además, el cuerpo suele reaccionar antes que la mente. “Antes de pensar que falta alguien, el cuerpo ya lo siente: se encoge, se tensa, se retrae. Ese silencio activa la memoria corporal del vínculo”, explica Grullón.

Aprender a convivir con la ausencia

La psicóloga María Grullón cita algunos puntos para aprender a vivir con la ausenciaGuetty Images

Aprender a vivir con la ausencia no significa resignarse ni olvidar, sino integrar esa pérdida a la vida sin que lo borre todo. Es un proceso lento, no lineal y profundamente humano.

La psicóloga destaca que uno de los pasos más importantes es dejar de luchar contra el dolor. Negarlo suele intensificarlo.

“El dolor no es un error ni una señal de debilidad. Es una respuesta al vínculo. Aceptar no es estar feliz, es dejar de pelear con la realidad”, explica.

Aceptar permite transformar el vacío absoluto en ausencia: la persona ya no está físicamente, pero el vínculo permanece.

“Aprender a convivir con la ausencia es pasar del ‘no está’ al ‘está de otra forma’. El dolor sigue ahí, pero se experimenta de manera distinta”, señala.

¿Qué puede ayudar en este proceso?

Grullón sugiere varias acciones para transitar el duelo en Navidad:

  • Hablar de la persona desde el amor y los recuerdos positivos.
  • Escribir cartas simbólicas de agradecimiento o despedida.
  • Realizar gestos simbólicos en fechas importantes, como cumpleaños o aniversarios.
  • Permitir que el recuerdo exista sin ocultarlo: una foto, un objeto personal, un espacio especial.

El recuerdo reconocido duele menos que el recuerdo que se reprime”, concluye la especialista.

Sobre el autor
Merilenny Mueses

Merilenny Mueses

Licenciada en ComunicaciónSocial, graduada Magna Cum Laude. Apasionada por contar historias que inspiran y conectan. Creo en el poder de las palabras para transformar realidades y enlos atardeceres como recordatorio de que la belleza de lo simple es majestuosa.