Mientras las fuerzas de seguridad rusas intensificaban su ofensiva en el este de Ucrania, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy despidió el domingo al director del servicio de seguridad del país y a su procuradora general, diciendo que hay cientos de procesos jurídicos por traición y colaboración con el enemigo por parte de personas en sus departamentos y otras agencias policiales.
“En particular, más de 60 empleados de la procuraduría y del SBU han permanecido en el territorio ocupado y trabajan en contra de nuestro Estado”, declaró Zelenskyy, refiriéndose al Servicio de Seguridad de Ucrania por sus siglas en ucraniano.
“Tal serie de delitos en contra de los fundamentos de la seguridad nacional del Estado, y los vínculos registrados entre fuerzas de seguridad ucranianas y los servicios especiales rusos, plantean serias dudas en torno a sus respectivos líderes”, agregó en su discurso diario a la nación.
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Zelenskyy despidió a Ivan Bakanov, un amigo de la infancia y exsocio empresarial a quien había designado al frente del SBU. Bakanov había sido objeto de crecientes críticas por vulneraciones a la seguridad desde que la guerra comenzó. El mes pasado, el periódico Politico citó a varias fuentes anónimas en Ucrania y Occidente que dijeron que Zelenskyy buscaba reemplazarlo en el cargo.
Despidió también a la procuradora general Iryna Venediktova y la reemplazó con su subprocurador Oleksiy Symonenko. Venediktova ha ayudado a encabezar investigaciones por crímenes de guerra.
En tanto, misiles rusos alcanzaron una instalación industrial en la ciudad de Mykolaiv, un centro crucial de construcción naval en el sur de Ucrania. El alcalde Oleksandr Senkevych dijo que los proyectiles impactaron una importante instalación industrial y de infraestructura. Mykolaiv ha enfrentado ataques de misiles rusos con regularidad en las últimas semanas, un intento de Moscú por ablandar las defensas ucranianas.