Cada 28 de mayo se celebra en todo el mundo el Día de la Nutrición que es una iniciativa de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (FESNAD), en colaboración con otras instituciones y con el apoyo de la industria farmacéutica y alimentaria.
La nutrición en el ser humano debe ser armónica, suficiente y balanceada. Vivimos influenciados por un medio ambiente cada día más hostil, expuestos a contaminantes ambientales, estilos de vida modernos, que no nos permiten alimentarnos saludablemente porque los alimentos son cada vez menos nutritivos debido a las técnicas de producción y a la falta mucha veces de tiempo de los individuos.
Las personas por la prisa con que quizás vivimos, no prestamos mucha atención a nutrirnos correctamente y pensamos que con solo comer es suficiente. Pero hay una gran diferencia entre nutrición y alimentarse.
Diferencias entre nutrición y alimentación. La nutrición es un conjunto de procesos mediante los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza las sustancias nutritivas que contienen los alimentos.
Con la nutrición se hace énfasis a la acción involuntaria de absorber y asimilar las sustancias de los alimentos, prestando atención a las propiedades específicas de cada uno de ellos con el fin de procurar una alimentación balanceada para nuestro organismo.
En tanto que la alimentación es un proceso voluntario a través del cual las personas se proporcionan sustancias aptas para el consumo, las modifica partiéndolas, cocinándolas, introduciéndolas en la boca, masticándolas y deglutiéndola. Es a partir de ese momento que empieza la nutrición.
Las personas entienden que por el simple hecho de comer y comer están alimentados y no es así, manifestó Marielis Lorenzo, nutrióloga.
Todos los problemas futuros que pueden ser causados por una mala nutrición tienen su solución según informa la doctora Lorenzo desde la gestación, es decir, desde el embarazo las futuras madres deben llevar un régimen alimenticio adecuado y destaca la importancia de la lactancia materna.
En el país solo el siete por ciento de las mujeres lactan a sus hijos de manera exclusiva durante los primeros seis meses, según datos suministrados por el Ministerio de Salud, que se basó en los resultados de la Encuesta Demográfica y de Salud de 2007. «Eso es para preocuparse», declaró la nutricionista.
Pobreza y desnutrición. Son dos fenómenos diversos, pero estrechamente relacionados. La pobreza aumenta la probabilidad de desnutrición, en cuanto dificulta las posibilidades de acceso a una alimentación apropiada.
En un informe presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en ingles), en su informe Estado de la inseguridad alimentaria, en el año 2005, grafica cómo el hambre y la malnutrición son las causas principales de las privaciones y el sufrimiento que persiguen combatir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
El hambre reduce la escolaridad y la productividad, debilita el sistema inmunitario, incide significativamente en la morbilidad y mortalidad materno-infantil, y hasta incentiva el uso insostenible de los recursos naturales. Esta son solo algunas de las consecuencias de una nutrición inadecuada.
Ventajas de una buena nutrición
- Sentirse mejor.
- Mantener un nivel elevado de fuerza y energía.
- Mantener su peso y las reservas de nutrientes de su cuerpo.
- Tolerar mejor los efectos secundarios relacionados con el tratamiento.
- Reducir su riesgo de infecciones.
- Sanar y recuperarse más rápidamente.
Todo esto, según indica la experta, nos alerta a prestar mayor atención en, consumir alimentos saludables, ingerir cantidades suficientes para afrontar su actividad física y mental, alimentarse a horas adecuadas, para preservar su salud integral.
Pero lo más importante es balancear los aportes de macro (proteínas y carbohidratos) y micro nutrientes (vítaminas y minerales), así como el consumo de agua, fundamental para la alimentación, porque interviene en casi todos los procesos internos del organismo.
Nuestro cuerpo necesita consumir un promedio de dos litros diarios, fuera de otros alimentos. Los mismos que deben de distribuirse en 15 por ciento proteínas (carnes, huevos, lácteos, menestras), grasas 30 % (aceites y mantequilla) y carbohidratos 55% (cereales, tubérculos y azúcares).
Las vitaminas y minerales hidrosolubles, los encontraremos en las frutas y verduras y los liposolubles en las grasas y aceites. Debemos combinar los consumos de estos al máximo, para aportar la variedad de nutrientes que nos proveen salud, ya que si descuidamos el consumo de alguno de ellos nos producirá estragos en nuestra salud.