FILE - In this Sept. 18, 2018, file photo, Minnesota Twins' Miguel Sano tosses his helmet after being called out on strikes in the fourth inning of a baseball game against the Detroit Tigers in Detroit. Sano will likely miss the first month of the season, following another procedure to repair a severe cut above the heel on his right foot. Twins chief baseball officer Derek Falvey said Tuesday, March 5, 2019. (AP Photo/Paul Sancya, File)
Vladimir Guerrero Jr. es el prospecto número uno de todo el béisbol y según el criterio casi unánime de los medios, entrenadores y cazatalentos, es una apuesta segura, destinado a la misma grandeza que su ilustre padre.
Sin embargo, el ser un valorado prospecto no es garantía de nada, pues sobran los casos de jóvenes altamente clasificados en la lista que no pasaron de ser promesas.
Algunos ni siquiera llegaron a debutar en las Mayores, mientras que otros se diluyeron en la nada, con carreras breves para el olvido.
Hay ahora mismo varios peloteros que en su momento despertaron muchos sueños en sus equipos por el potencial que tenían, pero han llegado a un punto sin mañana.
Aquí les presentamos cuatro jugadores para quienes el 2019 es ahora o nunca.
O llenan de una buena vez las expectativas con que llegaron o simplemente estarán condenados a la mediocridad.
Miguel Sanó (.244-.336-.477)
El antesalista de los Minnesota Twins fue en su momento el prospecto más cotizado en todo el juego e incluso inspiró una película, El Pelotero, basada en su vida.
Sin embargo, a pesar de su innegable potencial, Sanó no acaba de despegar en su carrera, que ha tenido destellos, como en la primera mitad del 2017, cuando fue llamado al Juego de las Estrellas.
Pero las lesiones lo han perseguido y amenazan con descarrilar una trayectoria que se adelantaba brillante. Próximo a cumplir los 26 años, el dominicano lleva cuatro temporadas en las que solamente ha participado en 381 partidos, a menos de 100 por campaña.
Greg Bird (.214-.302-.434)
El primera base de los New York Yankees tiene talento y ha demostrado que no le pesan las rayas de tan ilustre uniforme. Después de un gran debut en la segunda parte del 2015, se perdió todo el 2016 y apenas jugó 130 encuentros entre el 2017 y 2018. Ahora la tiene difícil, pues a los Yankees les salió una sorpresa con Luke Voigt y la titularidad de Bird en la inicial está en veremos, a pesar de la buena primavera que está teniendo. Con 26 años, esta podría ser su última oportunidad para establecerse en un equipo en el que su única presión será mantenerse saludable y desplegar todo su potencial, pues de asuntos de liderazgo y producción en la parte gruesa de la tanda se encargarán otros.
Jurickson Profar (.240-.321-.387)
Se cansaron los Texas Rangers de esperar por el curazoleño y al final terminaron cambiándolo a los Oakland Athletics.
Por años, Profar fue el prospecto número uno de la organización tejana y su nombre se incluía en cualquier propuesta de canje, a lo cual la gerencia de los Rangers se negaba.
El potencial está ahí y en el 2018 por primera vez sobrepasó los 100 juegos y los 20 cuadrangulares, pero fuentes del equipo alegaban problemas de actitud que habrían dado al traste con las aspiraciones de ver al caribeño convertido en una estrella. Veremos si el cambio de aires le da el impulso para su tan esperado salto.
Jorge Soler (.249-326-.424)
El jardinero de los Kansas City Royals llegó a la pelota profesional en aquella ola que trajo de Cuba a figuras como Aroldis Chapman, Yoenis Céspedes, Yasiel Puig y José Abreu y se benefició del buen momento para firmar un contrato por 30 millones de dólares.
Con unas condiciones físicas extraordinarias, Soler es un caso similar al de Sanó, inconsistente en su rendimiento debido a una salud de cristal.
Debutó en el 2014 con los Chicago Cubs y desde el 2017 pasó a los Reales, pero siempre ha dejado a los fanáticos con la miel en la boca y en cinco campañas, solamente en 2015 logró superar el centenar de partidos jugados.