Taiwán rompió ayer los lazos diplomáticos con República Dominicana, tras anunciar el país caribeño en Pekín el establecimiento de relaciones con China y el cese de las que mantenía con Taiwán.
El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, anunció en rueda de prensa, la ruptura de los lazos “para preservar la soberanía y la dignidad nacional” y la suspensión inmediata de todos los proyectos de cooperación y ayuda.
“El Gobierno decidió, con efecto inmediato, interrumpir las relaciones diplomáticas con la República Dominicana, el cese total de la cooperación bilateral y el programa de asistencia y de grupos técnicos, y evacuar al personal de la embajada”, dijo Wu.
El diplomático taiwanés culpó a China de la ruptura, por su oferta de “incentivos financieros” y promesas de inversiones y ayuda al país caribeño, destinadas a desencadenar la ruptura de lazos con Taiwán.
El diplomático isleño advirtió a China de que sus promesas de enormes cantidades de “ayuda financiera y otras iniciativas diplomáticas para arrebatar aliados diplomáticos” a Taiwán, así como el brutal cerco a “la participación internacional en Taiwán, “aliena las relaciones” mutuas y hiere “el sentimiento” de los taiwaneses.
El gobierno de Taiwán también advirtió a la comunidad internacional de que China no cumple sus promesas con los países con quienes establece lazos diplomáticos, y puso los ejemplos de Costa Rica y de Santo Tomé y Príncipe.
Además, “Estados Unidos ha señalado recientemente que Pekín, mediante el fomento de contratos no transparentes, prácticas de préstamos abusivos, así como el soborno, atrapa en el lodazal de la deuda a los países receptores y socava su soberanía”, agregó Wu. Taiwán “no cederá ante la presión de Pekín”, dijo el ministro taiwanés, quien prometió luchar por salvaguardar “la dignidad e intereses nacionales».
Con respecto a los lazos diplomáticos de Taiwán con Haití y la Santa Sede, Wu dijo que “no hay señales de crisis a corto plazo” y explicó que la firma del acuerdo en negociación entre China y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos no significa necesariamente la ruptura de lazos.