Peravia.-Hasta ahora, solo el anuncio de la construcción del proyecto Punta Arenas, en la playa Los Corbanitos, por parte del Grupo Punta Cana, es lo que se presenta como oferta de inversión para el desarrollo del turismo en esta provincia, porque ni el Gobierno ni el sector privado local se ponen de acuerdo para empujar un sector que genera tanto dinamismo económico.

Muy a pesar de los atractivos naturales, históricos, culturales, ecológicos y demás, los mismos no han sido incorporados a una oferta de atracción turística, sino más bien, algunos de ellos presentan un deterioro progresivo que ni siquiera los propios habitantes de los municipios de Baní, Nizao y Matanzas, además de sus distritos municipales y comunidades se motivan a visitarlos.

Tal es el caso de sus playas y zona costera, las cuales, desde la desembocadura del río Nizao hasta Punta Salinas, han sido declaradas como “áreas no aptas para bañarse en sus aguas” debido al deterioro que presentan balnearios donde hace más de 30 años acudían a realizar turismo interno los fines de semana y días feriados”.

Se resaltan la desembocadura del río Nizao, las playas Le Playé, en Paya, balnearios Los Almendros, en Baní; Agua de Estancia, en Boca Canasta; las playas del distrito municipal de Villa Sombrero; Las Pozas en el municipio de Matanzas; Los Tumbaos, Quijá Quieta y los famosos cachones de agua dulce próximos al mar.

Esos y otros sitios, a raíz del paso del huracán David y la tormenta Federico en año 1979, sufrieron daños irreparables sin que hasta la fecha ninguno de los gobiernos que se han sucedido desde entonces hayan podido remediar y recuperar esos recursos naturales.

Algo parecido ocurre con la playa de Salinas de Puerto Hermoso, ubicada en la Bahía Las Calderas, donde en la actualidad, el único espacio apto para bañarse en sus aguas resulta peligroso, debido a que las aguas bravías del mar han colapsado el muro de gaviones construido durante la gestión del síndico Rafael Franjul durante el período 1990-1994.

Similar situación ocurre con Las Dunas, ubicadas en el Parque Nacional Félix Servio Ducoudray, de la comunidad de Las Calderas, donde en los últimos días dirigentes comunitarios de la zona han denunciado el corte de árboles endémicos de ese hábitat, lo que afecta de manera significativa la flora, la fauna y el ecosistema.

Sin promoción. Tanto los pocos inversionistas locales, así como las autoridades gubernamentales, no han logrado establecer un programa mínimo de promoción para atraer turistas nacionales e internacionales que permita dinamizar la economía banileja, tanto urbana como rural.

El Ministerio de Turismo en esta ciudad apenas cuenta con una pequeña oficina con una encargada y una secretaria.

En cuanto al sector privado, recientemente se formó un clúster turístico cuyos integrantes, en su mayoría, no tienen inversiones en el área, sino que son algunos funcionarios del Gobierno, o vinculados a áreas de promoción e inversión en la construcción, como son la ingeniería y la arquitectura.