El Foro Económico Mundial desde hace mucho es una especie de fiesta de presentación de economías emergentes, en tanto los países en desarrollo envían políticos y ejecutivos al centro vacacional suizo de Davos para fomentar el interés. Este año, el gran imán de inversiones al parecer va a ser un actor con trayectoria en la escena mundial: Estados Unidos.
Mientras Brasil se estanca, Rusia entra en recesión e India tiene dificultades para implementar reformas económicas, Estados Unidos está en auge conforme caen en picada los precios de la energía y Silicon Valley domina la tecnología mundial. Aunque el informe de ventas minoristas aguó el entusiasmo sobre la magnitud de la recuperación estadounidense, la economía de ese país creció al ritmo más veloz en más de una década en el tercer trimestre de 2014, llegando a una tasa anualizada de 5 por ciento.
“El péndulo ha oscilado”, dijo Jacob Frenkel, presidente de la rama internacional de JPMorgan Chase Co., que concurre a Davos desde mediados de los 80. “Estados Unidos ahora está recuperando su posición en la economía mundial. Es el lugar donde la recuperación se afirmó de manera más sólida”.
La agenda de Davos sigue centrándose más en los mercados emergentes que en los Estados Unidos, pero el tono este año es menos optimista respecto de las perspectivas del mundo en desarrollo. El programa de 2014 incluía sesiones como “Haciendo realidad la promesa de África” y “Eurasia: ¿La próxima frontera?”.
Este año, el panel titulado “Cumpliendo la agenda de crecimiento de África” sopesará el impacto de la caída de los precios de las materias primas. Otro, “El contexto del mundo árabe”, abordará el tema del aumento del desempleo juvenil y la escalada de las tensiones sociales.
Fuera del podio de Davos –en los pasillos, los cafés y los bares- gran parte de la conversación girará en torno a la notable resiliencia de los Estados Unidos, dijo Martin Reitz, que dirige la división alemana del banco de inversión Rothschild. Las compañías que “no están presentes en los EE.UU. o de menor escala en los Estados Unidos están pensando en cómo resolver eso”.
CEOs varados. Varados en una pequeña estación de esquí rodeada de nieve, bosques y montañas durante la mayor parte de la semana, los más importantes máximos responsables ejecutivos aprovechan la conferencia para ponerse al día con otros ejecutivos, y las charlas a menudo acaban en adquisiciones. Esto podría llevar a que hubiera más transacciones como los US$259.000 millones en absorciones extranjeras de compañías estadounidenses que tuvieron lugar en 2014, más del doble del total del año anterior y la cifra más alta desde 2007.
La alemana Merck KGaA efectuó la mayor operación del año pasado, con una propuesta de toma de control de US$17.000 millones por Sigma-Aldrich, que elabora los productos químicos que usan los laboratorios.
“Si uno quiere participar en la innovación, tiene que estar en los Estados Unidos”, afirma el máximo responsable ejecutivo de Merck Karl-Ludwig Kley. “Ningún país de la tierra invierte tanto en innovación”. Este año, “la fortaleza de los Estados Unidos decididamente va a ser un tema muy importante en Davos”, señaló Dominic Barton, director gerente mundial de la consultora McKinsey Co. “Estados Unidos tiene un gran dominio en lo económico y es muy poderoso, y creo que va a mejorar aún más”.