La Gran Decepción

La Gran Decepción

Claudio Acosta.

El discurso del expresidente Leonel Fernández resultó una gran decepción para los peledeístas, que esperaban que el presidente de su partido aportara una solución armónica, un bajadero razonable, a la peor crisis a la que se ha enfrentado el PLD en su historia, y no que le echara mas leña a la hoguera de la división. La oposición, que empezó a despertar de su prolongado letargo con la elección de Luis Abinader como candidato presidencial del PRM, se frota las manos celebrando el pleito entre los peledeístas, pues por un inesperado golpe del destino, o mejor dicho por esas cosas que suelen pasar en la política cuando la lucha por el poder desborda las pasiones, ahora resulta que derrotar al poderoso PLD no parece ya una hazaña tan difícil de alcanzar. ¿Qué pasará ahora? ¿Qué ocurrirá finalmente con el proyecto de reforma que el expresidente Fernández declaró “inaceptable” y que ayer el Senado aprobó en primera lectura? ¿Ocurrirá lo mismo en la Cámara de Diputados, a pesar de la rebelión de los leonelistas? ¿Cuál será la respuesta del presidente Medina al “desafío de Leonel”? ¿Cómo afectará a la institucionalidad del PLD que su presidente desacate un mandato del Comité Político? ¿Se aplicarán sanciones a los desobedientes, incluída la expulsión? Demasiadas preguntas en el aire ha dejado el discurso del exmandatario, pero los peledeístas, que se han quedado mudos luego de la alocución, no sueltan prenda, y dada la gravedad de la situación hay que entenderlos. Pero no solo los miembros del PLD, naturales dolientes de la crisis de su partido, deberían estar preocupados por las consecuencias del emponzoñado enfrentamiento entre sus dos principales líderes sino también el resto del país, pues un partido que ha gobernado durante tantos años y que ha acumulado tanto poder y control sobre el Estado tiene la capacidad de provocar graves trastornos a la vida institucional del país, y a eso no tienen derecho los peledeístas ni nadie.

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