No puede haber democracia si hay corrupción, dice Lidio Cadet

No puede haber democracia cuando el flagelo de la corrupción esté permeando la actuación de los funcionarios”, afirmó ayer el director de Ética e Integridad Gubernamental, Lidio Cadet.
Indicó que para que haya democracia debe haber una administración pública transparente y que el Gobierno dominicano está decidido a no escatimar esfuerzos en tal sentido.
Asimismo, calificó como compleja la tarea de enfrentar la corrupción en la administración pública, debido a las características multifacéticas que tiene ese flagelo.
Dijo que la República Dominicana tiene el reto, el “imperativo categórico” de hacer la administración pública para la ciudadanía, que se merece servidores probos, honestos e íntegros, cuyo norte sea un servicio de calidad integral.
Cadet indicó que para actuar con transparencia se requiere tener valores desde el pensamiento, las palabras y los hechos.

“Pero esa escala de valores tiene que empezar en el hogar; si no se concibe que tengamos hogares jalonados por valores, nadie puede dar lo que no tiene”. expresó Cadet.
Abogó por una educación en valores, al adelantar que próximamente se firmará un acuerdo con el Ministerio de Educación para incorporar la ética y la transparencia en el currículo. Pidió también el apoyo de los medios de comunicación, ya que las autoridades no pueden solas en esta tarea.
Cadet habló del tema durante el seminario regional de la Red de Transparencia y Acceso a la Información (RTA) que se celebra en la Cancillería hasta el día de hoy con el objetivo de analizar los avances y desafíos en la materia.
Vigilantes. Cadet insistió en que la administración pública no puede tener opacidad y debe ser como una bola de cristal, al instar a las instituciones a que ofrezcan los datos que los ciudadanos soliciten.
Señaló que no hay manera de que los funcionarios puedan escapar al escrutinio público, de que el pueblo le evalúe y fiscalice.
Manifestó que lo más gratificante para un servidor público es hacer lo correcto aún cuando no sea vigilado porque eso le genera paz. “No hay manera de tener tranquilidad y sosiego porque cuando haces lo malhecho, te asalta la conciencia”, expresó Cadet.