Origen y proyección de la nueva relación de Estados Unidos–Cuba

Origen y proyección de la nueva relación de Estados  Unidos–Cuba

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El pasado viernes, 27 de febrero, se llevó a cabo en Washington la segunda ronda de conversaciones de las delegaciones estadounidense y cubana, en el inédito proceso de normalizar las relaciones diplomáticas y comerciales entre los dos países.

En alguna medida, se agilizan las negociaciones para que antes de realizarse la VII Cumbre de las Américas, en Panamá, los días 10 y 11 de abril próximo, se hayan instalado las respectivas Embajadas, o, cuando menos, se avance en la solución de los mayores asuntos pendientes. Está previsto que para entonces se saluden personalmente los presidentes Barack Obama y Raúl Castro, tal como ocurrió en Johannesburgo, Sudáfrica, en los funerales de Nelson Mandela, en diciembre de 2013.

La nueva etapa del deshielo que se mantuvo por más de cincuenta años, no ha estado exenta de episodios con marcada naturaleza simbólica, en torno a los grados de la apertura, como la sonada noticia en la que un hijo de Fidel Castro, que lleva su mismo nombre, aparece tomándose un selfie con Paris Hilton, hija del dueño de uno de los primeros hoteles nacionalizados a raíz del triunfo de la Revolución, en 1959. Participaban, en la capital cubana, en el XVII Festival Internacional del Habano.

Es un proceso indetenible, que se da en el marco de una diplomacia y estrategia de altos vuelos. A la actitud estadounidense se agregan, entre otros sucesos favorables a Cuba, la reciente visita que realizara a ese país José Luis Rodríguez Zapatero, ex presidente del Gobierno español; la ronda de negociaciones, llevada a cabo en La Habana, con una delegación de la Unión Europea, y el anuncio de que el presidente francés, François Hollande, visitará Cuba el próximo 11 de mayo. Además, está en La Habana, Bernie Aronson, enviado especial de Obama en el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Y continuamos ofreciendo los juicios del ex presidente Castro, sobre los mandatarios norteamericanos, por el Partido Demócrata, tomados del libro Cien horas con Fidel (Conversaciones con Ignacio Ramonet), 3ra. Edición, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, 2006:

IR: Usted no sintió nunca a Carter como excesivamente hostil con Cuba…

FC: Carter era un hombre de quien me percaté -ya le dijo- que, aunque era jefe de un imperio odioso, tenía calidad humana, no era asesino ni genocida. Lo que leía de él (…), mostraba que era un hombre decente (…). (Pág. 466).

IR: Y con tantas presiones.

FC: Aún en medio de una guerra fría. Pero yo diría que fue el mejor presidente de los que he conocido (…). (Ibidem.).

IR: ¿Usted sitúa entre los cultos al presiente Carter?

FC: A mi juicio, Carter fue lo más honrado que se puede ser en el cargo de Presidente de Estados Unidos. Le tocó, además, la herencia de lo que había ocurrido en la guerra de Vietnam, en la cual se había gastado casi todo el dinero, 500 mil millones de dólares. Las reservas de oro habían disminuido de 30 millones de dólares en onzas troy, cuando estaba a 35 centavos de dólar la onza, y ya solamente le quedaban 10 mil millones. (…). (Págs. 467-468).

Después conocimos mejor a Carter cuando visitó Cuba. Conocimos también su grado de experiencia, de agudeza, su habilidad diplomática, y conocí también los puntos en que las cosas no son tan claras para él, los puntos en que puede haber un poco de ingenuidad. (pág. 472).

IR: Usted, cuando lo invita, ¿cuál es el motivo de hacerle esa invitación?

FC: Ya habíamos tenido aquel encuentro en Venezuela, y luego en Canadá habíamos hablado y yo mismo le había dicho que alguna vez debería visitarnos. (…).

Siempre llegaban algunas noticias de él en sus actividades, y cuando voy a Canadá, en ocasión del sepelio de (Pierre) Trudeau, (ex primer ministro canadiense), estamos allí en una de las ceremonias (…), le recordé las conversaciones que habíamos tenido en Caracas, y le digo: “Estamos esperando que nos visite’’. (…). (Ibidem.).

Efectivamente, Carter ha estado dos veces en la tierra de José Martí. La primera, en marzo de 2002; entre otras actividades, ofreció una conferencia en la Universidad de La Habana y asistió a un partido de béisbol. En ambos casos estuvo acompañado del entonces presidente del país, Fidel Castro. En 2011, realizó su segundo viaje a Cuba, ya con Raúl Castro como mandatario de la isla, con el fin de contribuir a normalizar las relaciones entre los dos países.

 

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