Washington.- El magnate inmobiliario y aspirante republicano a la presidencia de EE.UU. Donald Trump agradeció hoy al presidente ruso, Vladímir Putin, los halagos que este le dirigió, y aseguró que siempre ha sentido que su país y Rusia deberían poder trabajar bien juntos.
“Es un gran honor recibir tan buenos halagos por parte de un hombre tan respetado en su propio país y más allá”, indicó Trump, que lidera por un amplio margen todas las encuestas de intención de voto para ser el próximo nominado del Partido Republicano a la Casa Blanca en 2016.
“Siempre he sentido que Rusia y EE.UU. deberían ser capaces de trabajar bien entre ellos para derrotar al terrorismo y restaurar la paz en el mundo, eso sin mencionar el comercio y todos los otros beneficios derivados del respeto mutuo”, añadió el magnate neoyorquino.
Trump es una excepción entre los aspirantes a la nominación republicana, pues siempre ha defendido posiciones de acercamiento a Rusia y ha alabado la figura de Putin, frente a la mayoría del resto de precandidatos que lo tildan de autoritario y que incluso sitúan a Rusia como uno de los principales peligros para EE.UU. Putin alabó hoy a Trump, al que calificó de persona “muy brillante” y “líder absoluto” en la carrera presidencial republicana en EE.UU.
“Es una persona muy brillante y de talento, sin duda alguna. No es asunto nuestro destacar sus cualidades, pero es el líder absoluto en la carrera presidencial”, afirmó Putin en su multitudinaria conferencia de prensa anual. Putin destacó que “Trump dice que quiere pasar a otro nivel de relaciones con Rusia, a unas relaciones más sólidas y profundas».
«¿Acaso podemos no saludar esto? Naturalmente, nosotros lo saludamos”, señaló. Putin mantuvo una buena relación con el anterior presidente republicano, George W.Bush, especialmente después de los atentados del 11 de septiembre de 2011.
En cambio, desde que Putin regresó al Kremlin en 2012 sus relaciones han sido especialmente frías con el actual jefe de la Casa Blanca, Barack Obama, quien no ha ocultado que prefería que hubiera seguido en el Kremlin el actual primer ministro, Dmitri Medvédev.