En la actualidad la mayoría de las personas están precoupadas por llevar hábitos de vida, sobretodo alimenticios, saludables para garantizarse mejor calidad de vida.
Por eso, aquí te ofrecemos los 10 hábitos que debes incluir en tu vida diaria, según una publicación del portal NutritivaH.
1. Controlar las porciones. Cada organismo tiene diferente requerimiento de calorías, por lo que es de suma importancia consumir las porciones adaptadas a las características de cada persona.
2. Consumir Frutas y Vegetales. Debemos incluir en nuestra dieta al menos 5 porciones de frutas y vegetales, ya que son alimentos ricos en fibra, vitaminas y antioxidantes, reduciendo así el riesgo de padecer enfermedades.
3. Distribuir adecuadamente las comidas diarias. El cuerpo consume energía todo el día, por lo que se le debe suministrar nutrientes de forma regular. Lo ideal es hacer unas 5 comidas al día (desayuno, merienda, almuerzo, merienda y cena).
4. Tomar Agua. El agua es vital para mantener una buena hidratación del organismo. La cantidad que se debe consumir varía en función del nivel de actividad, temperatura, complexión, entre otros factores; pero aproximadamente dos litros de agua es el mínimo necesario para mantener una adecuada hidratación.
5. Comer despacio y masticar bien los alimentos. Además de que podremos saborear más las comidas, tendremos una mejor digestión y ayudará a saciarnos más rápido, con menor cantidad de comida.
6. Evitar el consumo de comida chatarra. A pesar de tener un buen sabor, NO aportan la calidad de nutrientes necesarios para una buena salud, e incrementan el riesgo de padecer diabetes, obesidad, enfermedades cardiovasculares, etc.
7. Tomar alimentos ricos en fibra. Para ayudar a regular la función intestinal, mejorar los niveles de colesterol, ayudar a controlar el peso, entre otras.
8. No picar entre comidas. Picar entre comidas parece inofensivo pero, NO es conveniente ni para mantener el peso, ni para una buena nutrición.
9. No abusar de los alimentos fritos y embutidos. Contienen alto contenido en grasas saturadas, lo que puede contribuir a un incremento de los niveles del colesterol malo.
10. Consumir pescados al menos 2 veces por semana. Se recomienda el consumo, en especial del pescado azul (sardinas, salmón, tuna, etc.),porque aportan proteínas de alta calidad nutricional, vitaminas D, minerales y Omega-3, un tipo de grasa que tiene efecto protector a nivel cardiovascular.