El Colegio Dominicano (CMD) sigue atrapado en, por lo menos tres grandes contradicciones, mientras amenaza con realizar nuevas suspensiones de los servicios de salud, tanto públicos como privados, y en todo el territorio nacional. El criterio corresponde a Arismendi Díaz Santana, ex gerente del Consejo Nacional de Seguridad Social. La primera contradicción, es declarar una guerra frontal a las Administradoras de Riesgos de Salud para eliminarlas, y les suspende los servicios para debilitarlas, con lo cual lo único que logra es reducir la demanda y las facturas de las prestadoras, elevando los beneficios de las ARS.
Díaz Santana asegura que la segunda contradicción es la proclama que defiende el derecho de la población a una mayor cobertura y a una atención médica integral, mientras le coarta el acceso a los servicios de salud, aumentando la inseguridad social de millones de dominicanos, indica.
A su juicio, la tercera contradicción es la demanda de mejores tarifas sin aumentar los copagos, pero obliga a cientos de miles de afiliados a realizar gastos millonarios de bolsillo, para tener acceso a un servicio al que tienen legítimo derecho. “No hay que ser un experto para concluir que, en este caso, el remedio resulta peor que la enfermedad. Equivale al cuento del dentista que extrajo la muela buena, dejando intacta la mala.
En adición, el CMD demanda aumentos de tarifas más allá de la disponibilidad de recursos, sin identificar la fuente del financiamiento adicional necesario. Esta demanda excesiva y arbitraria conspira con el acceso a la salud como un derecho incondicional. La razón por la cual el CMD no quiere que sus demandas se conozcan en el CNSS es porque carece de argumentos razonables para justificarlas, y por eso apelan a la fuerza y al populismo, apunta.