El artista internacional pluridisciplinario Ghass anunció que en las próximas semanas visitará la República Dominicana para presentar su programa Puertas de Naciones, con el cual instalará una escultura monumental llamada ENERGY FOR ALL (Energía para todos).
Junto a diferentes instituciones nacionales, el equipo de trabajo de Ghass está organizando su visita a la República Dominicana y las áreas donde levantará la escultura monumental, así como su interacción con los dominicanos.
El artista dijo que “Abriendo Puertas” surgió por la experiencia de vivir, por unos dos años, en carne propia y en su mente el horror de la guerra en el corazón del conflicto Irán-Irak.
Indicó que para no hundirse en horas oscuras, donde el odio podría haber hecho asiento en su alma, supo convocar a su larga tradición de artista, durante cuatro generaciones, para sublimar la furia del mundo y llamarlo a una mayor apertura, reciprocidad y comprensión.
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El artista visual internacional Ghass dirige además, una residencia en Ile de France donde ha desarrollado el programa para todas las escuelas, en colaboración con la Educación Nacional, la Academia de Versalles, el comité económico de la región, Pébéo, el Parlamento Europeo.
En el programa participan 25 países. Su enfoque artístico se centra en la paz, la libertad y la ciudadanía. En el proyecto que ha realizado con los escolares, las naciones serán honradas a través de su puerta nacional.
Historia
Nacido en Shiraz en la antigua capital de Persia, Ghass comenzó a pintar a la edad de 8 años. Tenía 15 años cuando llegó la revolución y luego estalló el conflicto Irán-Irak.
Sufrió 8 años de guerra incluyendo dos en el frente como conductor de ambulancia desde los albores de estos 20 años cuando descubrió con horror los horrores de la guerra al ver a sus camaradas caer en combate.
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Las imágenes crueles e imborrables se congelan en su memoria. Su visión del mundo cambia para siempre con sus imágenes que lo impactan, interpelan y trastornan, marcando un papel decisivo en su obra ya los 22 años ingresa a la Escuela de Bellas Artes de Shiraz.
Dejó su país en 1989, para no poder volver jamás, teniendo únicamente un billete de ida a Francia como único equipaje. Fue en 1991 cuando tomó lecciones de dibujo con modelos vivos en la Escuela Nacional de Bellas Artes de París y comenzó su investigación sobre los temas del arte imaginario y la dimensión simbólica de las formas.
De esta época el artista franco-iraní utiliza solo 3 colores: el rojo inspirado en el color del cielo después de un bombardeo, el negro por el de los árboles carbonizados y el blanco que representa la paz y la inocencia. A pesar de los pesados recuerdos, Ghass buscó dominar los aspectos oscuros de su historia y convertirlos en algo terapéutico para él pero también para el público en general.
La primera exposición en 1999 es un punto de inflexión. Ese mismo año conoció a una galerista de renombre, Raymonde Cazenaves, quien les presentó a los más prestigiosos coleccionistas. Su carrera internacional despegó.
En 2004 Ghass realiza su primera venta a un museo, en 2007 realiza su primera venta en Christie’s, la consagración es total. La muerte de su padre en 2009, pocos años después de la de su madre, es un drama que trastorna su pintura.
En 2010, Ghass decidió introducir un cuarto color a su «trilogía artística», el amarillo. El nuevo color que representa un renacimiento es en cierto modo un himno a la vida.
Ghass es un artista sin patria ni fronteras al servicio de la humanidad. Sus cuadros representan los actos del hombre para que asuma las consecuencias, para mostrar su lado egoísta, oscuro e invisible.
Las pinturas de GHASS son abstractas pero ordenadas. A veces formas geométricas divertidas, gotas y chorros de pintura, números garabateados. El contenido es maleable, capaz de adherirse a formas más estrictas o salvajemente develadas. Su obra es una sutil síntesis de orden y caos.