Dice el director de Educa, Edwin Caraballo, que desde el 2013 hasta el sol de hoy el Ministerio de Educación ha recibido, por concepto del 4% del Producto Interno Bruto, la friolera de US$27,000 millones, pero los niveles de aprendizaje que exhiben los estudiantes son los mismos que en el 2012, un año antes de que se iniciara la entrega de esos recursos.

Eso no quiere decir que todo ese dinero se perdió ya que buena parte se invirtió en la construcción de escuelas, siempre necesarias dado el déficit histórico que se arrastra de manera vergonzosa, pero como bien señala Caraballo ha resultado evidente que la inversión por sí sola no genera calidad.

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Por eso considera apremiante que los aprendizajes den un salto cualitativo en todas las áreas y grados del espectro del sistema educativo, y propone que desde el inicio del presente año escolar se empiecen a reencauzar y acelerar los procesos hacia las transformaciones de la calidad educativa. Eso es más fácil decirlo que hacerlo y mucho más cómodo, pero son muchos los aportes que se han hecho desde Educa para que tengamos una educación de mayor calidad, con lo que se ha ganado el derecho a opinar, sugerir y cuestionar.

Otra cosa muy distinta son los políticos, pues debido a su mala costumbre de opinar de lo que no saben o recurrir a la politiquería sin medir las consecuencias quedan atrapados en sus propias redes. Miguel Vargas Maldonado, por ejemplo, quien el mismo día que se publicaron las consideraciones del director de Educa, declaró que el deterioro que exhibe el sistema educativo dominicano es una bofetada a la inversión realizada y una evidencia de la incapacidad del gobierno.

Olvida el presidente del PRD que sus aliados peledeístas gestionaron esos recursos durante ocho años, por lo que a la hora de repartir culpas y responsabilidades por su mal uso o sus pobres resultados los gobiernos del PLD a los que sirvió se llevan la mayor cuota. Simple lógica matemática, ingeniero.