Es muy probable que desde pequeño usted haya escuchado hablar del baño de María, un técnica que era muy utilizada hace unos años, especialmente, cuando de repostería se habla. Aunque con la tecnología, ya no es tan común escuchar hablar de este método, todavía sigue siendo muy útil.
A continuación todo lo que debe saber del baño de María, cortesía de Recetas Nestlé:
¿Qué es el baño María?
Se trata de un método culinario que se utiliza con cuando hay s que calentar o manipular algunos ingredientes o alimentos que son delicados y que, usando otra técnica, podrían quemarse o evaporarse.
Para hacerlo es necesario tener dos recipientes, uno más grande que el otro.
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¿Por qué se usa el baño María?
Su uso más frecuente es en repostería, por ejemplo, para preparar flanes o derretir chocolate. Por fuera del mundo de los postres, el baño María es utilizado, también, al momento de hacer algunas salsas o para mantener calientes ciertos alimentos o platos, en especial cuando son frágiles y delicados.
Además, cuando pensamos en hacer conservas o mermeladas, también podemos usar este método para eliminar las bacterias y algunas impurezas que pueden tener los alimentos. Por último, el baño María se puede usar para hacer un cierre al vacío con algunos recipientes.
Formas de usar el baño María
Baño María en la estufa: lo más normal es hacerlo al fuego cuando queremos derretir un ingrediente, espesar una salsa o mantener algunos alimentos calientes. Además, si necesitamos revolver los elementos que estamos usando, hacer el baño María al fuego es la mejor opción.
Baño María en el horno: a diferencia del ejemplo anterior, en el que se llena una olla con agua, en este caso lo que hacemos es llenar de agua la bandeja para hornear. Se usa con frecuencia para cocinar algunos postres que son delicados, como puede ser un cheesecake o un flan.
Otros tips al momento de usar baño María
No es necesario usar demasiada agua, puesto que al momento en el que empieza a burbujear es posible que se riegue. Tampoco queremos que salte y los ingredientes que estén en el recipiente más pequeño se mojen.
Un buen truco para saber si un postre como un flan o un cheesecake está listo, es clavar un palito de madera. Cuando lo saquemos y esté totalmente limpio, significa que está en su punto.
Es mejor dejar que el agua se caliente antes de poner el recipiente pequeño encima, así sabemos cuándo empieza la cocción. Si estamos usando el horno, es importante precalentarlo.
Poner una toalla pequeña o un paño de cocina en el fondo de la olla grande o la bandeja del horno puede ayudar a que el recipiente pequeño se mueva menos cuando el agua empieza a burbujear.
Si el agua se evapora mientras estamos haciendo un baño María, lo mejor es volver a llenar la olla con agua caliente.
El vidrio y el hierro son mejores conductores de calor, en comparación con el acero inoxidable.
Si es en el horno, el agua del molde base debe estar caliente para que la cocción inicie inmediatamente coloquemos la preparación en el horno.