Canasta familiar, salarios y precios del pollo

Canasta familiar, salarios y precios del pollo

Como si se tratara de un déjà vu, cada año se repite la historia de la discrepancia y el abismo entre los ingresos de los asalariados y el costo de la canasta familiar. En lo que va del año, este costo sobrepasa los 45 mil pesos mensuales en promedio, mientras que los salarios en los sectores públicos y privados se distancian de ese valor.

En enero del año pasado, el precio de la canasta era de 41,531 pesos y en lo que va de año ronda los 45,255.74 pesos, muy por debajo de los 19,352.50 pesos del salario mínimo nacional y de 30 mil pesos el más alto del sector privado no sectorizado y de las empresas grandes; bien lejos de los 22,908 pesos de las medianas empresas; más lejos aún de los 15,331 pesos de las empresas pequeñas y ni qué decir de los 14,161 pesos de las microempresas, de donde provienen la mayoría de los salarios.

Según la resolución 01-23, emitida por el Comité Nacional de Salarios y refrendada por el Ministerio de Trabajo, el salario por día de los trabajadores del campo es de 598 pesos por jornada de 8 horas.

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Los abogados laboralistas, en su boletín de mayo-junio, recuerdan que, en mayo de 2023, se creó una comisión cuyo propósito era igualar los salarios con la canasta básica en el término de tres meses. Ha pasado más de un año y no ha ocurrido la magia de llegar a esa igualdad, cosa que no hemos visto nunca en este país. Ojalá se impongan los buenos deseos y las voluntades.

A esta situación de la dicotomía entre el precio de la canasta familiar y los bajos salarios, se le agrega el caso del pollo: ocurre lo mismo cada año para esta época, los meses de julio y agosto son pésimos para las aves, las altas temperaturas no ayudan al sector y quienes somos del campo sabemos que las gallinas mueren del calor. No le encuentro razón a quienes niegan la crisis del pollo. En julio de 2012, me tocó sortear el problema, era directora de Pro-Consumidor. Lo único que logramos fue un acuerdo para que por lo menos los consumidores tuvieran información permanente de lo que ocurría en el mercado del pollo, pero fundamentada en la verdad.

¿Cómo podemos alegar que no hay crisis de pollo si en los anaqueles de los supermercados escasea y el precio se ha disparado en los barrios? La mejor arma para defender a un gobierno es decir siempre la verdad.

El fin de semana no aparecían pollos asados en los supermercados, no había. Los domingos ese alimento es un auxiliar de las amas de casa que no quieren cocinar y resuelven la comida con un pollo que por lo general costaba menos de 500 pesos. El domingo no apareció a ningún precio.

En general, los precios de los componentes de la canasta básica del país son un problema para las familias que no pueden acceder a los alimentos básicos sin contar con los demás componentes como la factura eléctrica, los colegios, el transporte, los combustibles y otros servicios básicos que la conforman.

El panorama no pinta bonito, se ha anunciado un alza en los fletes marítimos y viene una reforma tributaria donde, seguro y como siempre, los consumidores debemos cargar con ella.

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