“Espero que Yo estoy aquí evoque pensamientos profundos, conciliadores y sanadores. Al mismo tiempo, busco crear un espacio para pensar en cómo podemos unirnos como una sociedad en la que todos somos iguales y sin importar cómo nos veamos o en qué creamos. Podemos aceptar nuestras diferencias porque todos estamos aquí, en este mismo mundo y en este mismo tiempo”… (Charo Oquet, 2022)
El enfoque preciso sobre los fundamentos de las prácticas artísticas disruptivas, nos sitúa ipso facto ante el enfático interés de una notable legión de creadores, críticos, curadores y estudiosos de la cultura visual y el producto artístico contemporáneos por el arte público (pintura, escultura, grafiti o Street art); el videoarte; las intervenciones instalativas y acciones performativas callejeras, como territorios semióticos primordiales de la producción, las interrogantes, las implicaciones y las “revelaciones” del espacio social.
La idea de “espacio social” adquiere elaboración cristalina en obras como “El Derecho a la Ciudad. Espacio y Política” (1972) y “La producción del espacio” (1974), del sociólogo y filósofo francés Henri Lefebvre (1901-1991), en las que el mismo revisa las ideas de Hegel y Marx, revelándonos que el espacio social no solo implica la producción de bienes, especies, mercancías y objetos, sino también la producción de lo inmaterial y lo intangible; las instituciones, el pensamiento, el conocimiento, las ideologías, las convicciones y las obras de arte.
Sepultado ya el discurso que celebra los valores de lo matérico, lo formal, lo expresivo, lo técnico, lo recursivo y lo fenoménico como máxima finalidad del hecho estético, desde hace más de siete décadas, adquieren cada vez más atención y respuestas positivas las acciones y/o reacciones simbólicas de nuevas generaciones de “activistas de la imaginación” que persisten con vital y aleccionadora resolución en su apuesta sobre las prácticas creadoras como prácticas sociales efectivamente transformadoras.
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A esta ardiente y prolífica hornada de nuevos videntes pertenece la destacada y laureada artista dominicana Charo Oquet (1952), un capítulo mayor de cuya producción multifásica se afirma desde la exploración de los ritmos biológicos, étnicos, geográficos, cósmicos, místicos y emocionales de lo urbano y lo cotidiano, con la arriesgada intención de vislumbrar nuevos conceptos estéticos y desarrollar propuestas simbólicas capaces de aportar al proceso transformador del espacio social en espacio-tiempo lúdico y potenciador de la dignidad, la pluralidad, la “sanación” espiritual, la libertad y la diferencia.
Precisamente, como una obra representativa y emblemática de esta notable fracción productiva de Charo Oquet, destaca su escultura titulada “I am here: Translation of Mystic Symbols in an Age of New Subjetivity” (Yo estoy aquí: Traducción de los símbolos místicos en la era de la nueva subjetividad), ganadora del premio del segundo ciclo de la convocatoria “New Monuments” que desarrolla el Bass Museum of Art, uno de las instituciones artísticas más prestigiosas de Miami y, definitivamente, el museo más importante del área de Miami Beach.
“Yo estoy aquí: Traducción de los símbolos místicos en la era de la nueva subjetividad”, es una monumental instalación escultórica polifásica (cuatro lados), elaborada con piezas metálicas planas y tubos de metal curvos. En esta obra, Charo Oquet aborda la historia interseccional de la ciudad de Miami, donde reside desde hace más de tres décadas, materializando una ofrenda creativa que persigue despertar la necesidad de la sanación de los sujetos y las comunidades. Fusionando signos, símbolos, iconografías y referencias de distintas épocas y diversas culturas del Caribe, la pieza evoca experiencias complejas; emociones y estados introspectivos que invitan al espectador a reconfigurar sus propias intuiciones, deseos, valores y fantasías de intercambio y relaciones comunitarias.
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Instalada en Collins Park, el área verde adyacente al Bass Museum of Art, la escultura de Charo Oquet se suma a cuatro nuevos monumentos anteriores, ubicados sobre pedestales de piedra en el lado sur del parque y los cuales rinden homenaje al epidemiólogo cubano Dr. Carlos Finlay; al líder político venezolano Simón Bolívar; al científico nicaragüense Dr. Luis Henry Debayle y al escritor cubano José Martí. La pieza fue develizada a mediados de marzo y está a la vista de público hasta enero del 2023.
“Hemos concebido New Monuments como una forma de elevar las voces artísticas en Miami… En medio de un debate internacional sobre los monumentos y su legitimidad, New Monuments, busca brindarles a los artistas la oportunidad de producir un nuevo quinto monumento temporal, sostiene Silvia Karman Cubiñá, directora ejecutiva y curadora en jefe del Bass Museum of Art. El proyecto tiene el apoyo de la fundación John S. y James L. Knight a través del Programa de Comisiones de Arte Knight de dicha institución.